A las 9.15 horas de este miércoles 23 de marzo llegó hasta el edificio del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) un grupo de funcionarios de la dirección de la institución para recuperar el control de las instalaciones ocupadas. Unas horas antes, el grupo que durante casi nueve meses ocupó de forma ilegal estas instalaciones, principalmente secundarios Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), había hecho abandono del recinto tras reservadas e intensas negociaciones con el gobierno de Gabriel Boric. Así se daba fin a una toma que tensionó los ánimos en el organismo, y en particular de su director, Sergio Micco.
El grupo que arribó hasta las oficinas -en las que se guardan documentos sensibles como las fichas de la Comisión Valech sobre víctimas de torturas del INDH-, fue encabezado por el jefe de gabinete de la institución, Rodolfo Castillo, al que se sumaban asesores y trabajadores de las unidades de personas y de administración y finanzas, quienes son los encargados de aplicar el plan “retorno a casa” y con el cual buscan poner en funcionamiento nuevamente el edificio emplazado en Eleodoro Yáñez 832, en Providencia.
Tras la extensa ocupación, los directivos mandataron al personal administrativo con urgencia “tomar el control de inmueble, reforzar su seguridad, verificar el estado y condiciones de la infraestructura y servicios, activar el restablecimiento de servicios, realizar las reparaciones y readecuaciones que sean necesarias de forma previa al uso del recinto”, según se explicó a través de un comunicado enviado por el INDH. Y es que hasta la propia Contraloría había dado un plazo de 30 días al organismo para que informara las medidas tomadas para recuperar la sede que estuvo en manos de secundarios.
Una vez dentro del edificio, lo primero que realizó el personal técnico fue retirar los lienzos que decían “INDH en toma”, “INDH bajo control popular”, los que fueron reemplazados por un que decía “El INDH es de todas y todos los chilenos”.
Minutos más tarde, a las 10:00 horas, llegó el presidente de la Asociación Nacional de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos (Andedh), Luis Guerrero. El rol de este dirigente fue clave en el término de la ocupación, pues la organización que lidera fue la única que logró tender puentes de diálogo entre quienes mantenían ocupado el lugar y la Subsecretaría de Derechos Humanos, quienes finalmente destrabaron el conflicto. Al ingresar se reunieron con parte de los directivos de la institución constatando la entrega de las instalaciones.
El estado del lugar
Uno de los primeros en pisar la sede del INDH fue el notario público Francisco Rojas. Como ministro de fe, tuvo que levantar un acta para certificar el estado del edificio. Junto con verificar aquello, los funcionarios comenzaron a realizar un inventario, el cual fue comparado con el último registro que existía de marzo de 2020, y con el fin de conocer el estado del inmueble. Si bien el abogado no quiso referirse al tema, en el patio del INDH se podían apreciar pinturas y rayados en sus murallas, junto con afiches alusivos a las demandas de quienes ocuparon el lugar durante casi nueve meses. A eso se suman lienzos, basura y colchones que fueron utilizados durante la toma.
Sin embargo, el interior del edificio, en general, según quienes ingresaron y pudieron observar las dependencias, se encontraba en buen estado debido a que habría sido limpiado y ordenado por quienes dejaron la toma este martes 22 marzo. A pesar de eso, y según considera su plan, la institución comenzó un proceso de saneamiento, desinfección e higienización de las dependencias.
Uno de los aspectos que más preocupaba de esta toma era respecto a los archivos del instituto, como los de la Comisión Valech que podrían haber estado en riesgo. Respecto a aquello, durante la desocupación del martes, el presidente de la Andech aclaró a La Tercera que participó personalmente “en el proceso de entrega de los archivos Valech (...) fuimos garantes de ese proceso y podemos garantizar que no hubo ningún contacto entre los ocupantes de la toma con esos archivos. La información siempre estuvo bajo resguardo”.
Hasta el cierre de esta edición, no existía una fecha determinada para el retorno completo del trabajo hasta la sede central del instituto. Aunque ya hay consejeros del INDH que plantean como necesario que el próximo encuentro, que sería este jueves o viernes, se realice de forma presencial en el edificio como un símbolo del retorno a la normalidad en el trabajo del organismo.
La distancia de Micco
En paralelo, y desde ayer, el director del INDH, Sergio Micco, se encontraba reunido en el hotel Diego de Almagro junto a los directores regionales realizando una reunión de planificación anual. Minutos más tarde de la apertura del edificio, Micco emitió una declaración celebrando el “regreso a casa” del instituto, “que es de todos los chilenos y chilenas”.
“El plan retorno a casa es el principio del fin de una dolorosísima etapa en la vida del INDH y mañana trabajaremos inclaudicable para que sea el inicio de una nueva etapa donde no perderemos más energías para responder a ataques injustos”, señaló el director a través de un video.
Además de aquello, explicó que “pondremos todas nuestras fuerzas en materia de verdad, justicia y reparación, pidiéndole al gobierno pronunciamientos muy claros en esta etapa y segundo lugar estando con el dolor en La Araucanía y en la Región del Biobío, junto con el norte allá en Iquique, Arica, Antofagasta en el otro gran desafío de derechos humanos que es migraciones”.
La situación del director del INDH sigue siendo compleja. En privado consejeros plantean que si la toma fue tan extensa, en parte fue por el rol que él jugó, no logrando el diálogo con los ocupantes -en el petitorio de los secundarios estaba también su renuncia- y una vez que contó con la condena de todo los integrantes de la cúpula del INDH a la toma, tampoco fue capaz de activar la desocupación. Sólo hace pocos días hizo llegar a la delegada presidencial el oficio que permitía sacar a los manifestantes por la fuerza.
Marginado de las tratativas, Micco fue un espectador de las negociaciones entre funcionarios, los ocupantes y el gobierno.
Una extensa toma
El 8 de julio de 2021 un grupo de manifestantes, encabezados por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, se tomó el lugar. Además de la Aces, organizaciones como los Sobrevivientes de la represión estatal, Víctimas de trauma ocular, Familiares de presos políticos, Coordinadora de víctimas de perdigones, Organización de familiares de presos políticos y la Coordinadora Libertad, Justicia y Reparación, se sumaron a esta protesta.
Desde entonces, más de ocho meses de tratativas no lograban el fin de esta ocupación ilegal. Durante estos intentos, Micco incluso envió un correo electrónico a los ocupantes solicitando la desocupación. “A través de la presente comunicación, y tras sucesivos e infructuosos intentos de diálogo, se les solicita proceder a la brevedad a la desocupación de dichas instalaciones”, señaló el director del INDH en su comunicación.
El mensaje llegó luego de que la Contraloría General de la República diera un plazo de 30 días para lograr la recuperación del inmueble. Hecho que derivó en que el director solicitara a la Delegación Presidencial de la Región Metropolitana la desocupación del lugar por parte de Carabineros, lo que nunca ocurrió.
Finalmente, las tratativas del instituto no tuvieron resultados y se lograron luego de la intervención de la Subsecretaría de DD.HH. “Tras la respuesta que nos entregó el gobierno, mediante la Subsecretaría de Derechos Humanos, decidimos acoger las garantías y entregar el edificio a los trabajadores del INDH, a quienes estuvieron en las calles como testigos y muchas veces víctimas de la represión policial”, señaló la Aces junto al resto de organizaciones al desocupar el inmueble el martes.
A pesar del fin de la toma, la Fiscalía Oriente mantiene una causa penal por el delito de usurpación violenta. Las diligencias son realizadas por la fiscal Alejandra Godoy junto a la Policía de Investigaciones, quienes han citado a prestar declaración a los consejeros y prontamente hará lo mismo con los estudiantes que ocuparon el lugar.