Como una “total mentira” calificó el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, la publicación de un medio venezolano que afirmó que un convenio entre Chile y Venezuela facilitó el secuestro del exmilitar Ronald Ojeda en nuestro país.
Fue La Razón, diario que se declara disidente al régimen de Nicolás Maduro, que aseguró que el secuestro del teniente (r) Ojeda, registrado la madrugada del pasado miércoles 21 de febrero en la comuna de Independencia, se realizó en el marco de un “convenio policial” firmado entre el gobierno del Presidente Gabriel Boric y la administración venezolana.
El artículo apunta a las reuniones que sostuvo el subsecretario del Interior en Caracas en enero de este año. En ese entonces, indica el periódico, Monsalve se habría reunido con los jefes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), la Guardia Nacional Boliviariana (GNB), el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
El medio sostiene que “tras la firma del convenio policial, el jefe de operaciones (y torturas) de la DGCIM, teniente coronel Alexander Gramko Arteaga (…), habría solicitado al alto funcionario de la seguridad chilena (el subsecretario Monsalve), la cooperación para lograr la captura del teniente Ronald Ojeda Moreno, domiciliado en Santiago y que en el año 2017 se había fugado de la prisión militar de Ramo Verde”.
Teoría “absurda”
Para Monsalve, dicha idea es “absurda”. “Como todos saben y el país lo sabe, nuestra tarea, mi tarea en particular como subsecretario del Interior, es contribuir a la lucha que el gobierno da en contra de organizaciones criminales. En segundo lugar, como muy bien sabe el país, nuestra tarea desde la subsecretaría del Interior es llevar adelante procesos de expulsión justamente para sacar de Chile a personas que constituyen un riesgo para la seguridad nacional. El viaje fue público, fue conocido por todo Chile. Mantuve dos reuniones en Caracas, en las dos reuniones estuvo presente el embajador, el secretario general de la Cancillería, el subdirector de la Policía de Investigaciones. Reuniones que también fueron públicas, conocidas, con fotos, con quienes participaron. Entonces, permítame decirle lo absurdo de la teoría”.
El subsecretario afirmó que el convenio sí existió, pero no como lo planteó dicho medio venezolano. “¿Le parece sensata una afirmación de esta naturaleza? (...). El acuerdo firmado tiene un solo fin y vuelvo a mi función que es la lucha contra las organizaciones criminales. De todos es conocido que hay organizaciones criminales de origen venezolano en Chile. El convenio tiene un solo fin, además es un convenio de colaboración policial. Por lo tanto, no es un convenio de colaboración política”.
Sobre el convenio, Monsalve entregó algunos detalles. “Es sobre líderes de organizaciones criminales. Es en torno a la lucha de organizaciones criminales transnacional que operan en muchos países de América Latina, que son un riesgo para la seguridad de nuestro país, y en la cual Chile tiene la obligación de perseguirlos y desarticularlos”. El subsecretario explicó que la única forma de que Venezuela pudiese tener acceso a Ojeda era mediante la consulta de la policía de ese país con sus pares en Chile.
Ante las preguntas de la prensa, Monsalve respondió: “¿Le parece sensato pensar que nuestras policías están colaborando para la comisión de hechos de esta naturaleza?”. Por otro lado, espetó: “Quiero pedir responsabilidad a los actores políticos. En la práctica lo que están colocando en cuestión es la confianza en nuestras instituciones que están a cargo de la lucha contra el crimen organizado. Me parece que eso es de alta irresponsabilidad, sobre todo cuando se hacen cargo de afirmaciones, primero de un medio extranjero, absolutamente extranjero, con una clara orientación política, y que entrega información sin ningún fundamento y sin ninguna evidencia”.
El grupo Ecoh de la fiscalía se encuentra tras la huella de este caso. Hasta ahora, se desconoce el paradero de Ronald Ojeda.