Los cuestionamientos a la Iglesia Católica chilena han trascendido el aspecto religioso o judicial y se han hecho parte de las tomas feministas que viven diferentes universidades del país.
Por lo menos así lo dejó en evidencia la negociación entre las estudiantes de la Universidad Católica de la Santísima Concepción y las autoridades de la institución.
Una de las condiciones pactadas para deponer la toma feminista que perduraba desde mayo, fue el cambio del nombre al edificio denominado "Monseñor Ricardo Ezzati", en referencia al arzobispo de Santiago y otrora autoridad religiosa de Concepción.
Según el acta de acuerdo, junto con retirar el nombre del cardenal "se buscará la mejor estrategia para el cambio de nombre, considerando un plebiscito en la comunidad universitaria para un nuevo nombre".
Además de pactar rebautizar la estructura inaugurada en 2013 y que aloja la rectoría de la universidad, se pactaron otros 20 puntos, además de la creación de un Protocolo de Violencia de Género.
En su momento, la autoridad eclesiástica había valorado el gesto de la institución, y aseguraba que pese a no haber estado muchos años en la zona, consideró que este periodo en el Biobío "fue suficiente para conquistar el corazón de este obispo y comprometerse con la vida, crecimiento y desafío de esta región. Quiero agradecer al rector y al Consejo Superior el que hayan querido recordar mi paso aquí con el nombre que le dieron a este edificio".
La Tercera solicitó su versión a los dirigentes estudiantiles sobre este hecho, pero decidieron no entregar declaraciones.