Al menos durante esta semana, cerca de 5,7 millones de parvularios, escolares y estudiantes de la educación superior seguirán sin ir a clases, como prevención en contra de la expansión del coronavirus. Pero esta medida podría extenderse al mes de abril, debido a que el peak de la enfermedad está lejos de llegar.
Buena parte de los alumnos está recibiendo apoyo online o derechamente teniendo clases a través de plataformas de streaming, como es el caso de las universidades. Pero ¿qué pasa con el pago de matrículas, aranceles y colegiaturas?
En el caso de la educación superior, las instituciones están evaluando medidas que permitan flexibilizar esos pagos, atendiendo la contingencia y el eventual aumento del desempleo que dejará el Covid-19. Pero algunas instituciones ya han tomado acciones.
Por ejemplo, la U. de Chile postergó la obligación que tenían sus estudiantes de entregar un pagaré por el valor del arancel anual. Ese trámite “deberá ser cumplido una vez terminada la emergencia sanitaria, dentro de los 15 días hábiles siguientes al reinicio de las actividades presenciales”.
La U. Católica también está flexibilizando sus sistemas de pago para aquellos estudiantes que se vean afectados económicamente por la crisis, quienes deberán llenar un formulario con sus datos.
“Hemos diseñado mecanismos para apoyarte en caso de necesitar ayuda para cumplir con los compromisos de pago de los meses de marzo y abril próximos”, dice un texto enviado a los jóvenes.
Otro caso es el de la U. Austral, que informó que los alumnos antiguos que aún no formalizan su matrícula, el proceso se realizará de manera automática, incluso para quienes tengan la situación financiera pendiente.
En los colegios, la situación es similar. El Saint George’s College, el primer colegio del país en entrar en cuarentena y que, según el Ministerio de Salud, fue uno de los focos de difusión del virus en Santiago, definió dos mecanismos para ayudar a las familias: la postergación del pago de la colegiatura del mes de abril y la reasignación de los ahorros, por menor gasto, para incrementar el fondo de ayuda del Comité de Escolaridad.
El presidente de la Corporación Nacional de Colegios Particulares (Conacep), Hernán Herrera, explicó que, en la mayoría de los establecimientos particulares subvencionado, no existe el financiamiento compartido de los padres, por lo que las familias no debieran tener problemas respecto a colegiaturas. Respecto a los colegios privados, Herrera pide a las familias recordar que “los contratos que suscriben con los colegios son de carácter anual”. Sin embargo, dice que naturalmente “existe la posibilidad de que algunos padres sufran cesantía y en esos casos esperamos que los colegios, en especial los particulares pagados, echen mano del fondo solidario, de manera de apoyar a estos padres”.
Respecto a los colegios que reciben subvención del Estado, el subsecretario de Educación, Jorge Poblete, indicó que el flujo de recursos se mantendrá, debido a que se trata de una situación de catástrofe nacional.
El superintendente de Educación, Cristián O’Ryan, dice que es necesario “que todos los miembros de la comunidad educativa se comprometan a llevar este proceso excepcional de la mejor manera posible”. Además, anunció que se coordinaron con el Sernac para analizar eventuales reclamos.