Valparaíso, uno de los polos culturales de Chile, es conocido, entre otras cosas, por sus recovecos y aleatoria planificación. No por nada, Pablo Neruda lo describió como "un disparate" o "un puerto loco". Es una característica que hoy se busca modificar, al menos en parte, mediante una ordenanza municipal para los artistas callejeros. En buenas cuentas, la idea es ordenarlos y asignar espacios específicos a músicos, pintores y actores.

"Se busca desarrollar instancias para cohabitar el plan de Valparaíso entre residentes y artistas", explicó Isabella Monsó, encargada del Departamento de Cultura del municipio. La normativa es analizada desde agosto pasado, mediante un trabajo que incluyó encuestas y reuniones con la comunidad y el comercio.

El propósito de la ordenanza, que aún debe pasar por las áreas jurídicas y de control antes de su votación en marzo próximo, surgió en torno a la reflexión sobre el uso del espacio público. Su objetivo es "regular, proteger y fomentar el arte callejero", indicó Monsó.

"El municipio realizará un catastro en el que los artistas deberán registrarse. Se estudió cuáles son los lugares más concurridos por ellos y se incentivará que se ubiquen allí, y no en espacios donde puedan interferir el tránsito peatonal o zonas de silencio, como los hospitales", describió.

Jazz, boleros y folclor

Las plazas son el principal punto pensado para estos artistas. "Lo que se pretende demarcar son puntos específicos dentro de ellas. Por ejemplo, nos interesa promover el Parque Italia y, en menor medida, los miradores", acotaron desde el municipio porteño.

En principio, los artistas podrán exponer su trabajo entre las 10.00 y las 20.00 o 21.00 horas, con un máximo de una hora por presentación, debido a que se busca alternancia en las propuestas. "También hay un máximo de sonido respecto de los equipamientos que puede llevar cada artista", añade otra fuente.

Melisa Johnson, presidenta del Sindicato de Músicos de la Vía Pública y el Transporte de Valparaíso, consideró que la medida "refleja que un gran porcentaje de los porteños aprueba y disfruta de estas expresiones culturales".

"Ojalá se haga conciencia de la importancia del artista como actor cultural de la sociedad y que la gente mejore el concepto que tiene de nuestro rol", recomendó.

El objetivo a mediano plazo, de acuerdo a las autoridades locales, reside "generar una línea editorial" de la música. "Calle Prat se ha convertido en un escenario natural para los jazzistas o para músicos de viento. La plaza Victoria está mucho más ligada al folclor, a lo étnico, y hacia el barrio El Almendral se ve algo más popular, como los boleros. Queremos promover el desarrollo y la identificación de cada zona", apuntó Monsó.

Autorregulación

Evelyn Haryvar, locataria del paseo Atkinson, uno de los principales atractivos turísticos de la comuna, destacó el ordenamiento propuesto. "Valparaíso es música, es arte, y eso es lindo, pero igual debe ser regulado, porque o si no, se transforma en un caos".

En cuanto a la fiscalización, Monsó aseguró que es viable, "porque los propios artistas ayudarían a regular ese tema, cuidando sus propios espacios y tiempos".

Agregó que durante este mes esperan reunirse con la gobernación y Carabineros para abordar la aplicación de la normativa.

Desde el municipio porteño adelantaron que durante el año se trabajará en una actualización de la ordenanza que rige a los grafiteros, que no están considerados en la ordenanza para artistas, y en la creación de otra ordenanza especial para artesanos, hoy incluidos en el comercio ambulante.