La Iglesia de Santiago dio a conocer un nuevo y complejo capítulo respecto del sacerdote Cristián Precht, al informar que esta semana se enviaron al Vaticano los antecedentes de presuntos abusos contra menores en los cuales el presbítero habría tenido responsabilidad.
"Con fecha 7 de agosto de 2018, el Arzobispado de Santiago resolvió enviar a la Congregación para la Doctrina de la Fe los resultados de la investigación previa realizada contra el presbítero Cristián Precht Bañados, por antecedentes de eventuales abusos contra menores", se indicó.
La institución religiosa agregó que los antecedentes aparecieron "en el contexto del denominado caso Maristas, causa ya iniciada en el Ministerio Público. Al sacerdote se le impusieron medidas cautelares, por lo que no puede realizar actos públicos propios del ministerio sacerdotal y se le ordenó residir en Santiago".
Se trata de la segunda vez que Precht enfrenta este escenario. En diciembre de 2017, el sacerdote terminó de cumplir una sentencia canónica, de cinco años, impuesta tras comprobársele "conductas abusivas con menores y mayores de edad".
La actual investigación se generó luego de que, en marzo pasado, un grupo de denunciantes de la Congregación Marista interpusiera una querella por presuntos abusos sexuales, en la cual, entre otros religiosos, se apuntaba a Precht, por hechos supuestamente ocurridos años atrás.
La Tercera intentó contactarse con su defensor canónico, el presbítero Raúl Hasbún, por no fue posible obtener una respuesta.
La fiscalía de la Región del Biobío, en tanto, confirmó que el pasado 2 de enero recibieron una denuncia contra del obispo de Chillán, Carlos Pellegrín, en el marco de los casos de abusos en la Iglesia. Por la tarde, el prelado citó a una conferencia de prensa y aseguró que no ha sido notificado de nada, pero expresó su "completa disposición a colaborar con la justicia".
Reunión en Roma
Hoy, en tanto, el Papa Francisco recibió en su residencia de Santa Marta, del Vaticano, a la presidenta del Consejo para la Prevención de Abusos de la Conferencia Episcopal, Ana María Celis, y al obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, miembro de la misma instancia.
El objetivo de la cita fue "informarse e intercambiar opiniones sobre los pasos que se están dando en Chile para afrontar los casos de abuso y prevenir que ellos vuelvan a suceder", según apuntó un comunicado del Vaticano.
Se agregó que el Papa "sigue con interés cada avance por parte de la Conferencia Episcopal chilena y ha expresado su deseo de que se sigan aclarando todas las interrogantes para que se pueda dar una respuesta justa a cada una (...) Un punto importante ha sido el sufrimiento de las víctimas y su necesidad de consuelo y reparación".