Ayer en el Centro Comunitario de Las Condes, en Colón con Mayecura, donde supuestamente se construirá el proyecto social del alcalde Joaquín Lavín, las vecinas que compartían un té en su interior comentaban con nerviosismo que se habían enterado por la prensa. Una de ellas, con un globo negro sobre la mesa, vociferaba. "Nunca van a entrar al Villa María (Colegio), es como juntar el agua con el aceite". Así explicaba su preocupación frente a la realización del proyecto de Lavín, que contempla utilizar los 10 mil millones de pesos que obtuvieron por parte de Vitacura.
La comuna liderada por Raúl Torrealba pagó dicha cantidad de dinero con el fin de concretar la construcción de un parque de características similares al del Bicentenario, en el lugar donde originalmente se erigiría este proyecto, pues los terrenos eran de propiedad de Las Condes.
Sentada alrededor de una mesa junto a otras compañeras en la sede, las vecinas se quejaban de la poca información que tenían y de por qué el alcalde había elegido ese lugar. No se sabe cuál sería el 'agua' y cuál el 'aceite' en este caso, pero el asunto es que quienes deseen optar a este futuro proyecto deben acreditar 10 años viviendo en la comuna: 40% del subsidio es para personas vulnerables y el otro 60% a un subsidio integrado.
De luto
La polémica se generó luego de que un vecino de un edificio cercano "Cabo de Hornos", colgó en las redes sociales una fotografía donde se podía leer que los residentes de esos departamentos estaban en contra del proyecto, llamaban a un cacerolazo y a amarrar de sus ventanas globos negros como señal de "luto".
Pese a la oposición de algunos de los vecinos, expertos en integración social celebran la medida adoptada por Lavín. María Paz Trebilcock, directora del Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado, considera la iniciativa como "algo fundamental para mantener una ciudad que sea sustentable en términos de vínculos sociales. Hay un llamado a ser ejemplo y tomar la bandera por parte de otras comunas para generar una mejor vivienda para las personas", explica.
En cuanto al rechazo que ha generado en algunos sectores, Trebilcock sostiene que estos nacen a partir de los estereotipos que existen en torno a las personas que viven en viviendas sociales, por lo que insta al municipio a transparentar la información y dar detalles sobre las personas que efectivamente llegarán a vivir a esta torre de 15 pisos y 85 departamentos, de 64 metros cuadrados cada uno.
"Si la municipalidad pudiera decir cómo va a seleccionar a las personas, creo que eso desmitificaría bastante la idea de viviendas sociales. La palabra vivienda social genera animadversión, lo hemos visto en diferentes investigaciones, porque la imagen que existe es de un gueto o villa", expone.
Ximena Cortés (72), vecina del sector, dice que producto de la construcción de este complejo, según la "vaga" información con la que cuentan, bajan los costos de sus viviendas y los espacios que tienen destinados a la recreación, desaparecen. "Que lo lleve a otro lado y que nos ayuden con las contribuciones. Lo que más nos afecta es que en este pedazo nos instalen lo que necesitamos: acá tiene que haber un parque, queremos aire", dice.
Quien asegura se verá afectada más que nadie con la construcción de este edificio es la señora Marta Flores (80), quien vive junto al lugar donde se edificará la iniciativa social. Lleva alrededor de 48 años en su casa, y reconoce que "no es que uno quiera mirar mal a nadie, pero la plusvalía, lo que pagamos por esto baja totalmente. Esta bien que el quiera apoyar a la gente, pero a nosotros no nos han apoyado".
Vecinos de esfuerzo
Frente a las críticas, el propio ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, dijo que la iniciativa representa los lineamientos del Ejecutivo. "Los temores, los prejuicios pueden ser muy legítimos, pero los invito a dejarlos de lado, porque donde se han desarrollado este tipo de proyectos ha resultado ser muy exitosos", asevera el secretario de Estado.
El alcalde Joaquín Lavín aseguró que "siempre las cosas nuevas generan desconfianza", pero invita a los vecinos a no tener "miedo, vamos a hacer un proyecto que será un ejemplo de inclusión en Chile y los vecinos que van a vivir ahí son de esfuerzo, igual que los que ya están ahí".