La idea original de los tres Ingenieros Eléctricos de la facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile, creadores de Calce, era completamente distinta: querían hacer prótesis de brazo mioeléctricas (que controla los impulsos eléctricos de la contracción muscular).

Fue mientras desarrollaban ese proyecto cuando un amigo cercano a los emprendedores Andrés Sanhueza y Álex Echeverría, les dio un diagnóstico que cambiaría el rumbo de su proyecto: "En Chile no es que falten brazos robóticos tipo Terminator, el verdadero problema es la cobertura de prótesis en general".

"Ahí nos dimos cuenta que teníamos que darle un enfoque a nuestra idea y buscar una solución para miles y no para unos pocos", explica Sanhueza, director general de Calce.

Bajo esta nueva perspectiva comenzaron a desarrollar la idea de modernizar el proceso tradicional de confección de prótesis -que hoy se hace en base a moldes de yeso- un trabajo artesanal que realizan los protesistas, especialistas escasos en Chile.  

El desafío era crear una solución moderna, usando herramientas de bajo costo. Así, se decidió usar escáneres e impresoras 3D integradas a través de una plataforma web de uso universal. Esto para confeccionar la pieza más importante de una prótesis, la cavidad, que es la que une la extremidad residual de la persona con el resto de su prótesis (tubo, pie).

"Si la cavidad no está bien hecha, entonces el paciente no usará la prótesis, desperdiciando importantes recursos, ya que una prótesis básica bajo rodilla, tiene un costo aprox de $1.3 millones", puntualiza Andrés.

Con esta propuesta, y a través del programa de innovación Openbeauchef de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemática de la Universidad de Chile, el Ministerio de Salud les permitió en 2017  validar la innovación en el único centro de prótesis estatal, el INRPAC, en donde partieron con 20 pacientes. A la fecha trabajan con más de 150 casos de éxitos con distintas instituciones.

En 2019 esperan llegar a 400 pacientes con la ayuda de un nuevo punto de atención en Punta Arenas que, además del diseño de prótesis, estará enfocado a la capacitación de kinesiólogos. Esto apunta a hacerlos partícipes del proceso, al igual que a otros profesionales, ya que actualmente es estrictamente necesario que se involucre un protesista - sólo hay una decena en nuestro país- para de esta forma tener más puntos de escaneo 3D y ampliar la cobertura de prótesis en el país.

Calce ha recibido fondos de Corfo para validar el sistema universal en Punta Arenas, y con el apoyo de la aceleradora Magical Startups han generado interés en otros países de Latinoamérica como México, e incluso de Palestina.

"Lo verdaderamente importante es la exportación de la solución, al usar impresoras 3D de bajo costo, el sistema puede fácilmente trasladarse a otros países con otros agentes impresores", dice el emprendedor.

Si quieres saber más de Calce o encargar uno de sus productos, puedes visitarlos en el instagram @calce3d o su pagina www.calce.cl.