"Orientaciones inclusivas para mejorar las expectativas de aprendizaje y actitudes de los profesores y asistentes de la educación respecto de los estudiantes con síndrome de Down pertenecientes a escuelas básicas de la comuna de San Bernardo" es la denominación del proyecto que se adjudicó los fondos del primer "Concurso de Investigación Inclusión de Personas con Síndrome de Down 2019" de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
La iniciativa está liderada por la carrera de Fonoaudiología y por la Facultad de Educación de la casa de estudios, y tiene por finalidad la realización de talleres que incluyen contenidos pedagógicos y de inclusión específicos para niños y niñas con esta condición que estudian en 9 establecimientos de la comuna de San Bernardo.
"Esta iniciativa conjunta responde a las necesidades que tiene cada una de las escuelas participantes, dado que existen docentes que no cuentan con las herramientas necesarias para formar, contener y educar a los niños con Síndrome de Down, al igual que para implementar de buen modo los programas de inclusión educativa, más allá de la sala de clases", expresó Magdalena Muñoz, la investigadora responsable del proyecto.
"Es frecuente ver por ejemplo, una sala de clases donde están todos los niños trabajando en una actividad y el niño con síndrome de Down está atrás pintando, pero eso no es una real inclusión. En el diagnóstico preliminar identificamos que muchos profesores desconocen el diagnóstico, sus principales características, y les preocupa como interactuar y comunicarse con ellos", añadió.
"En estos talleres iremos adecuando los contenidos a la realidad de cada escuela y sus requerimientos, con la mirada de la intervención pedagógica y fonoaudiológica", complementó.
Paula Rivera coordinadora comunal del Programa de Integración Escolar PIE de la Corporación Municipal de Educación y Salud de San Bernardo, este proyecto es una gran oportunidad para instalar capacidades en los profesionales involucrados.
"Los directores y jefes técnicos están muy entusiasmados porque es un mundo que ellos no conocen. Hay unas escuelas que tienen cuatro niños hace 6 años con SD, que tienen un poco más de experiencia, pero hay otras escuelas que recién están aprendiendo de este diagnóstico. Ya estamos informando a la comunidad escolar y a padres y apoderados de esta maravillosa iniciativa de aprendizaje recíproco", sostuvo Rivera.
"En lo personal, como profesional, creo que será de gran ayuda esta reflexión guiada. De seguro permitirá bajar la ansiedad de los padres en los 9 establecimientos de nuestra red municipal y que toda nuestra comunidad se enriquezca y aprenda de la inclusión. Este ciclo ayudará al docente a intervenir no solo en aspectos de educación formal en aula, sino también en el hábitat natural del niño, como es el recreo. Estamos muy agradecidos del apoyo de la universidad", finalizó la coordinadora comunal.
El proyecto se extenderá hasta mayo de 2020.