"Es una enseñanza de vida inesperada". Así define Arad Anabalón, ex futbolista profesional, su labor como entrenador de la selección de futsal de la Asociación de Sordos de Chile (Asoch), la que se encuentra en la etapa final de la preparación con miras al Sudamericano de la especialidad que se disputará en noviembre próximo en Belo Horizonte, Brasil.

Pero ¿Cómo este ex futbolista de Audax Italiano, Deportes La Serena, Unión Santa Cruz y Santiago Wanderers llegó a hacerse cargo de este equipo? Él mismo lo explica: "esto se produjo a raíz de coincidencias de la vida. La hija de Carlos Ramos (también ex futbolista) está en la Asoch aprendiendo Lengua de Señas. Y como él supo, le consultaron la posibilidad de que alguien ayudara (con el equipo). Carlos me contactó y me preguntó si podía ayudarlos. Yo accedí porque es lo que a uno le gusta. Tengo mi curso y soy egresado del Inaf (Instituto Nacional del Fútbol). Hace uno años fui a un congreso a Brasil a una capacitación, y tomé un curso de capacitación de futsal. Conocía ese deporte, que se parece a otros pero tiene sus reglas y es diferente al fútbol o baby fútbol".

Para entregar las instrucciones a los futbolistas sordos, Anabalón se apoya en una persona que domina la Lengua de Señas. Porque si bien el fútbol tiene gestos universales (como el de "pedir cambio", por ejemplo), lo cierto es que ante un requerimiento técnico específico este respaldo se hace fundamental.

"En cada entrenamiento, o cuando tengo que dirigir, hay alguien cerca mío que me ayuda (...) hay cosas que son complejas como pedirles que 'aprieten' a un rival. Eso dificulta un poco y eso es lo más complejo", dijo.

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Arad Anabalón está justo al lado del arquero Julio Rodríguez, en esta formación de Audax Italiano 1991.[/caption]

Aquello no es lo único, pues la comunicación entre personas sordas es visual. Esto significa que, en la práctica, que los jugadores necesariamente tengan que mirar a su entrenador para conocer qué instrucción les está dando. "Si no tengo su mirada, no puedo entregarle la instrucción. Es más complejo. Debemos ser muy claros y para eso es fundamental la comunicación antes de entrar a la cancha", expone.

Sin embargo, para Anabalón dichos inconvenientes en la comunicación están lejos de ser un problema: "Esto para mí ha sido una enseñanza tremenda. He tenido que aprender a tratar de comunicarme con ellos. Ellos tienen la dificultad de la comunicación. Ellos mismos me han ido instruyendo con las señales para dar diversas instrucciones".

"Es increíble que  cuando uno esta inserto en este medio, uno se empapa de la mecánica del lenguaje. Hay retroalimentación", adiciona.

Para el Sudamericano, dice Anabalón, "tenemos las mejores expectativas". Y ello lo basa en que la preparación "ha sido un desafío, pero el hecho de estar con los jóvenes de forma regular (3 veces por semana) ha hecho que este feeling se produzca de forma muy grata. Ellos han asimilado mi presencia".

"Es fundamental la llegada de uno a los jugadores. Cuando hay resistencia, no se logran los resultados. Yo estoy tremendamente satisfecho y orgullosos de ellos", sentencia.