Las consecuencias de la pandemia del coronavirus en Chile se agudizan cuando la población afectada corresponde a personas con discapacidad. Ello porque este segmento queda expuesto a un mayor riesgo sanitario, a una mayor brecha educacional debido a que las medidas de contingencia como la enseñanza virtual (acusan) carece de accesibilidad, y a una mayor situación de pobreza
“El impacto de esta pandemia es aún mayor en personas con discapacidad, ya que muchas veces, tienen otras enfermedades relacionadas aumentando el factor de riesgo. Además, por ejemplo, en el caso de las personas con discapacidad visual, al utilizar las manos se hacen más susceptibles de contraer la enfermedad, experimentando síntomas más severos”, sostiene Alicia Albornoz, directora social de Fundación Luz, en una columna difundida por la organización que ayuda a niños ciegos y de baja visión.
Adicional a esto, dice Albornoz, “hemos visto cómo ha sido afectado el derecho al acceso a la salud por el hecho de que la información de prevención o protocolos de atención no son accesibles para todos, así como también el entorno, aumentando la desigualdad en el acceso”.
En cuanto a la educación, “los niños y jóvenes con discapacidad también han visto limitado este derecho producto de la pandemia. Todos los establecimientos educacionales han cerrado sus puertas y han instalado la educación virtual para continuar con la entrega de contenidos. Sin embargo, los estudiantes con discapacidad visual de todo Chile también se han enfrentado con grandes barreras de acceso, debido a que la mayoría de los textos escolares y materiales publicados o entregados en forma virtual no son accesibles, sumándose a esto la conexión a internet, la falta de equipamiento, softwares adecuados y la poca experiencia en discapacidad visual por parte de los docentes”.
“El próximo 1 de junio el Presidente Sebastián Piñera realizará la cuenta pública donde esperamos que se hagan anuncios, de mejoras inmediatas, que vayan en respuestas a las demandas que afectan a las personas con discapacidad en esta pandemia”, asegura Albornoz.
Pobreza
Otra situación extremadamente sensible para las personas con discapacidad es la pobreza a partir de la pandemia. Albornoz ejemplifica: “las personas con discapacidad visual con empleos informales, como los vendedores ambulantes, cantantes callejeros, entre otros, se han visto más afectados ya que han perdido el 100% de sus ingresos. Esta disminución, sumado el costo de sus tratamientos producto de la discapacidad, afecta enormemente la capacidad de recuperación económica a corto, mediano y largo plazo, aumentando la probabilidad de caer bajo la línea de la pobreza”.
A este juicio se suma el Colectivo para la Discapacidad, agrupación que reúne a 22 fundaciones que trabajan por la dispacadidad en Chile. A entender de ella, “la gran mayoría de las personas con discapacidad ha estado ajena a la recepción de la ayuda económica brindada por las autoridades, pues tanto el bono Covid como el Ingreso Familiar de Emergencia tienen requisitos de pertenecer a ciertos grupos de vulnerabilidad. No olvidemos que las personas con discapacidad, desde siempre ha sido uno de los grupos de mayor vulnerabilidad y el más transversal de todos”.
Agrega el Colectivo: “Hoy tenemos el deber moral de llegar con ayuda económica a las personas con discapacidad, las autoridades no han tenido la capacidad de entender en su contexto la realidad que vive cada persona, sólo se han limitado a observar números que dan ‘los expertos’, pero no han tenido la empatía necesaria para visualizar el drama que se puede vivir en una familia donde existe una o más personas con algún grado de discapacidad”.
En este entendido, este Colectivo propone “que el Estado, a través del Gobierno, envíe un proyecto de ley en donde se entregue una ayuda mensual de $125 mil a cada persona con discapacidad y por el tiempo que dure la pandemia (...) este proyecto de ley debe llegar al máximo de las Personas con Discapacidad”.
Y para que este apoyo mensual propuesto tenga la mayor cobertura posible, plantean que se debe analizar y cruzar toda aquella información que signifique que una persona pudiera tener algún grado de discapacidad: el Registro Nacional de Discapacidad, la Pensión básica Solidaria de Invalidez, la Pensión de Invalidez de cualquier régimen previsional o Pensiones de Gracia.
Capacitaciones
En tanto, la Fundación Chilena para la Discapacidad lanzó una plataforma digital que ofrece cursos gratuitos de capacitación inclusiva: Técnicas de Comercialización; Venta y Administración en el sector de Retail; Asistente de Logística Operativa; Actividades Auxiliares Administrativas; Servicios de Reposición y Orden de Productos en Supermercados y Grandes Tiendas y Planificación laboral y Legislación laboral aplicada. Además, se incorporan módulos asociados al teletrabajo.
"Nos hemos alineado con la contingencia actual y hemos desarrollado una plataforma de capacitación inclusiva con material basado en el Diseño Universal de Aprendizaje (DUA) para que personas en situación de discapacidad puedan continuar con su formación laboral en los tiempos de cuarentena y emergencia sanitaria”, explicó Matías Poblete, presidente de dicha fundación.