El cierre de estaciones de Metro, menos microbuses -en una ciudad con protestas diarias- y la migración a otros modos de transporte. Estas son algunas de las razones que ayudan a explicar la caída en los viajes del Transantiago, sistema integrado por buses, el tren subterráneo y el ferrocarril Alameda Nos, que en lo que va del año registra la mayor disminución de transacciones o pagos con la bip! por parte de los pasajeros desde que fue fundado en 2007, bajo la administración de la expresidenta Michelle Bachelet.
De acuerdo a un balance oficial de operadores y del Ministerio de Transportes, al que accedió La Tercera, en noviembre recién pasado el sistema registró 87 millones de validaciones en Metro, buses y Metrotren, es decir, la cantidad más baja en lo que va de este año, y que también refleja el impacto del estallido social del 18 de octubre pasado. Se trata de la segunda menor cifra después de febrero de 2007, cuando hubo 43 millones de transacciones. Ese mes partía el Transantiago, con solo 4.500 buses y radicales cambios de recorridos, lo que generó críticas entre los pasajeros.
Para el gobierno, la menor cantidad de validaciones se explica por factores ligados a la contingencia. Fernando Saka, director del Transporte Público Metropolitano, plantea que tras la crisis no funcionó completa la red del tren subterráneo y se acortó el horario de operación de buses, a lo que se sumaron desvíos por cierres de avenidas. "Esto llevó a que hubiera un 20% de las transacciones (de un mes normal)", dice Saka.
Añade que durante las últimas semanas se ha registrado una recuperación de las validaciones, debido a la reapertura paulatina de estaciones del Metro, el que hoy tiene un 80% de sus accesos habilitados (109 de un total de 136), a lo que se agrega una normalización del tráfico en la ciudad.
¿Incide la evasión del pago de la tarifa en estos números? Saka precisa que "claramente, la apreciación que tenemos es que tiene que haber aumentado (la evasión). Pero señalar cifras es irresponsable". Por ello, se están realizando análisis que aún no concluyen.
Un factor que favoreció que las personas no cancelaran el pasaje durante estos meses fue que no funcionaron las "zonas pagas" en los paraderos, debido a los disturbios. Un total de 2.600 paradas fueron vandalizadas durante las manifestaciones, de un universo de 11.300 que hay en la capital.
Fenómeno progresivo
A largo plazo, el Transantiago también presenta una baja sostenida. Ariel López, investigador del Núcleo de Movilidades y Territorios (Movyt), explica que se ha registrado en el tiempo una disminución de viajes por varias causas. "Muchos han optado por la bicicleta cuando se trata de viajes de mediana distancia y otros utilizan el automóvil. A mi parecer, el encarecimiento de las tarifas en el transporte público y la tendencia a la baja en los precios de los vehículos particulares llevan a que las personas abandonen los buses".
Además, históricamente ha variado el flujo de pasajeros en la capital. Por ejemplo, en 2010 hubo un peak de usuarios debido a la ampliación de la red del Metro hacia Pudahuel, en la Línea 5, y hacia Los Dominicos, en la 1.
Guillermo Muñoz, exdirector del Transporte Público, advierte que la situación financiera también se ve impactada: "Esta caída de las validaciones va a implicar un aumento del subsidio al transporte público para acceder a recursos adicionales". Agrega que se necesita presupuesto para la recuperación de la infraestructura del Metro y también se requieren fondos para sostener la operación de las empresas concesionarias del Transantiago, las que han recibido menos ingresos durante el estallido social (para que mantengan su equilibrio financiero).
Saka, actual director del Transporte Público, indica que hasta ahora, "no hay un déficit mayor, pero sí hay una cantidad menor recaudada y con ello un menor pago (a las empresas)".
Agrega que junto al Ministerio de Hacienda "se deben hacer los análisis para saber si va a haber una necesidad de recursos extra". ¿Se aumentará la tarifa técnica a Metro, debido a las pérdidas que ha tenido? Saka explica que los aumentos "tienen que ver cuando se generan inversiones, no se relacionan con la contingencia".