Uno de los antecedentes que ha tenido en vista el gobierno a la hora de ampliar el periodo de cuarentena total en la Región Metropolitana han sido los análisis hechos por dos centros de investigación sobre los viajes realizados por la población. Y ambos estudios dan cuenta de que las personas, pese al confinamiento decretado el pasado 15 de mayo, continúan desplazándose de manera significativa.
Fue el propio ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien este miércoles reciente planteó que “la movilidad en la Región Metropolitana, afectada severamente por la pandemia, se ha reducido en un 30% respecto de los niveles habituales, esto es muy poco”. Y subrayó que la circulación debería disminuir a la mitad.
Los estudios a los que se refirió la autoridad, también difundidos ayer por el ministro de Ciencia, Andrés Couve, son análisis entregados por el Instituto Data Science, de la Facultad de Ingeniería de la U. del Desarrollo (UDD), y por el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI).
El análisis del Instituto Data Science midió los desplazamientos de usuarios -a través de las conexiones de sus teléfonos celulares a las antenas de telecomunicaciones- entre el 18 y el 31 de mayo. Este periodo corresponde a las dos primeras semanas de la cuarentena total en la RM.
Los datos indican que entre el 25 y el 31 de mayo se registró una baja de la movilidad de un 39,7% respecto del periodo anterior a la pandemia (9 al 15 de marzo). Las cifras también indican que la semana del 6 al 12 de abril pasado, cuando aún no regía un confinamiento absoluto en la capital, la disminución de viajes era idéntica a la de este periodo: 39,7%.
Loreto Bravo, directora del Instituto Data Science, explicó que en marzo una persona realizaba en promedio 8,5 viajes diarios, mientras que la semana pasada llegaban a 5,1 trayectos. “Con el índice de desplazamientos que estamos viendo no vamos a controlar el coronavirus”, sostiene.
Leonardo Basso, director del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), señaló que la cantidad de viajes durante la primera semana de cuarentena en Santiago (15 al 22 de mayo) fue diferente en cada comuna. Lo ejemplifica diciendo que si una persona en La Pintana hacía 10 viajes en marzo pasado, durante la cuarentena realiza ocho. En cambio, en Las Condes, si se hacían 10 viajes en marzo, con la medida de confinamiento pasaron a cinco. “Se necesita disminuir aún más los traslados en la crisis”, sostuvo.
Respecto del comportamiento en las comunas, según el análisis de la UDD, de las 52 solo 10 disminuyeron sus desplazamientos más que el promedio (39,7%). Entre ellas, Providencia, Santiago, Las Condes, Vitacura, Huechuraba, Ñuñoa, Estación Central y San Joaquín.
Por qué hay más viajes
Guillermo Muñoz, exdirector del Transporte Público Metropolitano, explicó que el aumento de los viajes se podría relacionar con que “los requisitos para entregar permisos de salida son demasiado laxos y hay poca fiscalización a las personas”. Apuntó que en Colombia, por ejemplo, sólo se entrega autorización para ir de compras una vez a la semana, mientras en Chile son dos.
Según la Subsecretaría de Prevención del Delito, durante la cuarentena en la capital (18 al 31 de mayo) se han entregado 7.964.129 permisos individuales, con un promedio de 568 mil autorizaciones por jornada. Mientras, los salvoconductos durante la cuarentena llegan a 174.585.
El subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez, señaló que durante la cuarentena “hemos visto una importante caída en la demanda de pasajeros en el transporte público, lo que evidencia que las personas han acatado mayoritariamente la medida”.
Sin embargo, la autoridad enfatizó que “los datos de los últimos días muestran un leve aumento en las validaciones del sistema y, por lo tanto, en la cantidad de personas que están en las calles”. La cartera de Transportes detalla que el 18 de mayo (primer día del confinamiento) viajaron en Metro y buses 587 mil pasajeros y dos semanas después, el 1 de junio, fueron 652 mil usuarios, con un alza de un 11%.
Para Carlos Melo, académico de la Facultad de Ingeniería de la U. San Sebastián, la cantidad de viajes se debería a que “a menor nivel de ingreso, las personas deben seguir saliendo a trabajar, lo que explica estos índices”.