Viajes en la cuarentena disminuyen, pero hay un repunte en los últimos días
Entre lunes y jueves pasados se desplazaron 2,5 millones de santiaguinos. Expertos piden implementar un plan de retorno al transporte posconfinamiento.
Un esperable descenso general en los viajes en el transporte público se ha producido durante la cuarentena de la Región Metropolitana, iniciada el 16 de mayo pasado, según lo revela el último balance entregado por el Ministerio de Transportes. Pese a ello, los primeros cuatro días de esta semana registraron también un leve repunte de las validaciones de Metro y buses respecto de las jornadas anteriores.
Entre el 11 y el 15 de mayo, cuando aún no regía la orden de confinamiento y en la capital había 29.276 personas con Covid-19, el sistema de transportes -formado por buses, Metro de Santiago y el tren Alameda Nos- registró 4,5 millones de validaciones o pagos con tarjeta bip!
Luego, la semana siguiente, cuando Santiago ya tenía 54.544 infectados y la medida de confinamiento estaba vigente, hubo tres millones de traslados, es decir, un 32% menos de trayectos que la semana anterior.
En el ministerio se aclara que el 21 de mayo fue feriado, por lo que hubo una menor circulación de pasajeros. En cambio, esta última semana, cuando la capital ya suma 72.910 personas contagiadas, se ha producido un pequeño e inesperado aumento de los viajes en diferentes jornadas. Así, por ejemplo, el lunes recién pasado hubo 633 mil validaciones, mientras que el mismo día de la semana anterior fueron 587 mil, una tendencia que se replica.
Al respecto, la ministra de Transportes, Gloria Hutt, explicó que se han podido observar “ligeros repuntes, pero no de la magnitud ocurrida como cuando se levantan las cuarentenas, cuando han aumentado bruscamente los flujos”. De todos modos, la caída de los viajes en las últimas tres semanas es evidente: se ha registrado una disminución de 84% de los trayectos en transporte público en comparación con marzo pasado.
Guillermo Muñoz, exdirector del Transporte Público Metropolitano, sostuvo que le preocupa el aumento de pasajeros, el que -advierte- se incrementará cuando se levante la cuarentena en la capital: “No hay un plan de retorno de pasajeros al transporte pos-cuarentena, lo que implica reducción obligatoria de la cantidad de pasajeros en buses y trenes para evitar hacinamiento en momentos en que aún habrá contagios. Cuando masivamente los pasajeros regresen a diversos medios, no se podrá seguir funcionando de la misma manera que antes”.
Añadió que, por ejemplo, en la red de Metro se podrían instalar contadores de pasajeros en las estaciones para evitar aglomeraciones, y que los sectores educacional y productivo deberían también establecer horarios diferidos para evitar concentraciones en los viajes.
Carlos Melo, académico de la U. San Sebastián, apuntó que para que no haya una recarga en el sistema, se deberían mantener las clases on line “y flexibilizar los horarios para los funcionarios del Estado”.
Ciudad en movimiento
Otras mediciones también evidencian un descenso en los traslados, aunque esto varía por comuna.
Según un análisis del Instituto de Data Science de la Facultad de Ingeniería de la U. del Desarrollo, donde se miden los desplazamientos de usuarios (a través de las conexiones de los teléfonos celulares a las antenas de telecomunicaciones), entre el 16 y el 22 de mayo, cuando partió la cuarentena, hubo un 43% menos de viajes si se compara con la semana inmediatamente anterior.
Loreto Bravo, directora del Instituto de Data Science, explicó que una persona, en promedio, realizaba ocho traslados por día en Santiago antes de la pandemia. En este periodo, en cambio, hay 5,5 traslados por jornada, en promedio, lo que, a juicio de Bravo, muestra que “el movimiento en la ciudad ha continuado y no es significativamente menor al ocurrido en marzo”.
También detalló que los habitantes de las comunas vulnerables han reducido en menor proporción los viajes en comparación con sectores de mayores recursos, entre el 16 y 22 de mayo.
Por ejemplo, dijo que los usuarios de Providencia bajaron un 68% los viajes, mientras que en Las Condes se llega a un descenso de 58%. En cambio, El Bosque tuvo una baja de 29% en la movilidad; San Ramón registró un 12% y Lo Espejo, un 19%, lo que se atribuye a que las personas deben continuar trasladándose a otras zonas para ir a trabajar.
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