El ruido de una maquinaria pesada que ingresó al sector del Campamento Villa Los Aromos, alertó al sector alto de Miraflores de Viña del Mar. El objetivo de la empresa encargada era llegar hasta la extensión de la toma levantada en septiembre del año pasado, que reúne a familias inmigrantes y que fue llamada Naciones Unidas.
El trabajo cumplía con la orden decretada por el municipio de dicha comuna, para demoler alrededor de 56 casas que fueron emplazadas sobre un acueducto que abastece agua potable y que ha sido escenario de incendios forestales.
Junto con ello, el escrito atiende las denuncias de residentes del sector de Limonares sobre la ocupación de terrenos irregulares, que aseguran que "este enorme riesgo también ha sido advertido a través de informes realizados por entidades técnicas como Bomberos, Chilquinta, Esval y Servicio de Salud".
"Nos están dando dos días, buscamos apoyo, somos 200 personas aproximadamente, donde hay cerca de 30 niños, las autoridades han venido sólo a hacer catastro, pero nadie nos ayuda a conseguir una casa", contó el dirigente vecinal , de origen haitiano, Fernando Murillo.
A la explanada, que converge con varias quebradas, han llegado familias provenientes de Colombia, Ecuador, Venezuela y Haití. La abogada Nury Moya, se manifestó en contra de la decisión del municipio, afirmando que "aquí aún no existe orden de desalojo, por lo tanto no se puede demoler , se requiere de una orden judicial que no existe , con la ayuda del Instituto de Derechos Humanos, vamos a interponer un recurso de protección para estas familias que están en peligro de quedar en la calle".
Alrededor de tres casas, en etapa de construcción, fueron desarmadas por la grúa que instaló la empresa llevada por el municipio.