La Fiscalía Oriente se encuentra investigando el homicidio frustrado de la enfermera Pola Andrea Álvarez Cortés (32) quien fue atacada el sábado tras salir de la Clínica Cordillera, en la comuna de Las Condes, lugar donde trabaja.
Ese día, dos sujetos en moto la abordaron camino a su casa y uno de ellos le propinó 11 puñaladas. No le robaron sus pertenencias y se dieron a la fuga. La policía se encuentra trabajando para dar con su paradero. La familia acusó un posible caso de sicariato vinculado a rivalidades laborales.
Y hoy la vocera de la Corte Suprema, la ministra Ángela Vivanco, en el balance que realiza los martes fue consultada por este hecho. Vivanco explicó que en el tema del sicariato, desde el punto de vista penal, hay tres aspectos “que es bueno considerar”.
“Primero que muchas veces esto permite establecer autores del delito, que no son solamente autores materiales, sino autores intelectuales, aquellos que encargan el delito”, dijo, y continuó: “Por otra parte, hace uso de terceros para cometer un delito como este, que claramente es un intento de asesinato, porque estamos en presencia de una personas que recibió 11 puñaladas, puede figurar dentro del proceso penal como una agravante de la conducta”.
Asimismo, en tercer lugar, dijo: “Desde el punto de vista de la política criminal, estas situaciones es bueno revisarlas porque significa de alguna manera, y es una terrible desgracia que empiece a haber una especie de industria delictiva, donde personas ofrecen servicios delictivos de esta manera”.
En ese sentido, continuó: “Incluso se ha llegado a hablar cuánto cobran estas personas por cometer delitos, lo cual implica una diferencia desde el punto de vista del universo delictual y la forma en que este se está comportando, un tema evidentemente de políticas públicas”.
Consultada por estadísticas de casos de sicariato en Chile, Vivanco respondió: “No la tenemos porque obviamente estos casos tienen que ser entregados a una investigación”.
La mujer atacada, madre de dos hijos, se encuentra internada en la UTI del mismo hospital donde trabaja: según la última comunicación sobre su estado de salud, está estable, siendo monitoreada y fuera de riesgo vital.