En medio de un 2017 con una economía deprimida, hubo una industria que vivió un boom: se trata de la comercialización de vehículos, que según la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac), alcanzó el año pasado la cifra de 360.900 unidades comercializadas, la mayor desde que se tiene registro. Pero, además, para este año se espera que crezca todavía más, alcanzando los 385 mil autos nuevos puestos en el mercado.
Según los expertos de la industria, el motor de este auge es el crédito. De hecho, un informe de Santander Consumer -uno de los principales actores de la industria de financiamiento automotriz- reveló que el año pasado el 80% de las ventas de vehículos se hizo a través de deuda.
Respecto al mercado, un 38% está en manos de empresas especializadas en financiamiento automotriz, entre las que destacan Forum, Tanner, Gmac y Santander Consumer, entre otras. Tanto están creciendo estas compañías que en los últimos tres meses al menos dos de éstas han inscrito líneas de bonos con el objetivo de financiar su crecimiento en colocaciones: Forum, por hasta $ 80 mil millones, y la propia Santander Consumer, por $ 5.000 millones.
José Manuel González, gerente de la división automotriz de Tanner, afirma que las exigencias para trabajadores dependientes generales son una renta fija líquida superior a $ 300 mil o renta variable líquida superior a $ 350 mil, y un año de antigüedad laboral. Mientras que para trabajadores independientes, se exige una renta líquida superior a $ 400 mil y una declaración anual de impuesto (DAI). Así, afirma que dependiendo de la institución financiera, en Chile una persona puede endeudarse "en promedio hasta ocho veces su sueldo para comprar un auto".
Mientras que Martín Parra, gerente comercial de Global Soluciones Financieras, va más allá. "El crédito automotriz es por definición con garantía prendaria, por lo que una persona puede llegar a endeudarse entre 8 y 10 veces el ingreso demostrado. Este endeudamiento dependerá también de otros factores como el porcentaje de pie y nivel de ingresos", comenta.
Los créditos ofrecen hasta 60 meses plazo, pero ambos expertos coinciden en que el promedio son 32 a 36 meses.
Sobre las tasas aplicadas, son reacios a dar cifras. Pero agentes del sector estiman que estás se acercan a la Tasa Máxima Convencional. Ello, en parte, por el spread que aplican las automotoras en convenio con las entidades financieras sobre la tasa.
Esto, porque el negocio entre la automotoras y las financieras consiste en que esta última logre tener la primera opción de revisar la solicitud de crédito. "Si la financiera rechaza el crédito, lo toman las financieras de segunda opción. En general, la que tiene la primera opción genera 2 o 3 veces más negocios que las financieras de segunda opción", explica González.
Según ComparaOnline, las ofertas de créditos para compra de autos evidencian diferencias de más de 100% en el calor del CAE (costo total del crédito), considerando tanto los créditos de consumo que ofrece la banca como el préstamo automotriz. "Las diferencias se producen no tanto en las tasas de interés, que varían entre 1% y 2% mensual, pero sí en el CAE, que incluye los gastos operacionales del crédito. Estos tienden a ser más elevados en el crédito automotriz", sostienen. Agregan que el CAE "varía mucho por convenio, pero por lo general los convenios tienden a bajar los gastos operacionales y por lo tanto, el CAE".
Riesgos
Lo anterior abre un espacio de discusión respecto del riesgo de burbuja en este segmento, principalmente porque no es un producto regulado formalmente por la Superintendencia de Bancos (Sbif).
Consultado al respecto, el titular de la Sbif, Eric Parrado, reconoce que se trata de un sector con un tratamiento distinto, dado que no capta dinero de terceros, y la decisión de apalancamiento depende de la firma y el cliente, los que tienen la responsabilidad de cotizar bien.
No obstante, sostiene que "es urgente contar con toda la información respecto a los créditos que se entregan en Chile, incluyendo los automotrices que están fuera de nuestra fiscalización". Ello impide que hoy, por ejemplo, se pueda saber con certeza cuánto está creciendo este mercado en el país, y -como consecuencia-, dificulta la posibilidad de definir exigencias que aseguren su protección ante riesgos como el de una burbuja.
Según Parrado, una experiencia al respecto es la de Brasil, que tras detectar un aumento explosivo de los créditos automotrices, impuso una normativa de provisiones similar a la de los hipotecarios. "Hoy no vemos esa dinámica en Chile, pero es importante que tengamos toda la información del pasivo y, obviamente, el crédito automotriz. Por el lado no fiscalizado, puede ser relevante en este momento", aseguró la autoridad.
Consultados los actores, lo niegan. "No existe baja regulación. Por ejemplo, las tasas son reguladas por la Sbif. Para que exista una burbuja los activos deben estar sobrevalorados, lo que no es el caso en el negocio automotriz", dice González.
Desde Global Soluciones Financieras aseguran que se someten a "clasificaciones de riesgo de empresas auditoras de prestigio mundial, y este año empezaremos a ser controlados por la CMF Por otro lado, el Sernac Financiero ejerce un rol fiscalizador importante". Sobre el riesgo de burbuja, aseguran "no vemos que exista, dado que las ventas dependen mucho del acceso al crédito y el crecimiento económico, si bien no ha sido a las mismas tasas, ha ido en aumento en los últimos años, consecuente con el crecimiento de las ventas", agrega Parra.