En el estreno de su nuevo esquema de reunión de política monetaria, y la primera decisión sobre la tasa de interés de 2018, el consejo del Banco Central votó unánimemente por mantener la referencia en 2,5%, pero esto no significó que la opción de recortar a 2,25% haya desaparecido del todo.
Esto, según se recoge de la minuta de la reunión de enero-febrero, ya que tras dos días de discusión los cuatro consejeros que integran la máxima instancia del ente emisor concordaron que, pese a que el riesgo de una convergencia más lenta de la inflación al 3% haya "amainado", todavía sigue "siendo válida" la opción de aumentar el estímulo monetario.
Con todo, la minuta del Banco Central afirmó que "si bien las proyecciones de inflación de corto plazo se reducían, principalmente debido a la apreciación del peso, las expectativas de inflación para el mediano plazo no se habían visto mayormente afectadas".
Así,un menor precio del dólar, que ayer cerró en $ 593,60 -cerca de su nivel más bajo desde 2014-causaría una presión a la baja sobre el IPC que sería "transitorio en el marco de un ajuste de precios relativos, situación que, como se había señalado con anterioridad, no ameritaba necesariamente un ajuste de estímulo monetario".
En esta línea, y tal como lo señaló en su comunicado de la RPM, el consejo reafirmó la visión de un crecimiento económico que irá dando fuerza alcista a los precios a lo largo del año.
Además, la minuta indicó que varios consejeros plantearon que "los riesgos de una recuperación más lenta de la economía nacional parecían haber disminuido y con la evolución del escenario externo".
Por otra parte, en el ámbito comunicacional varios consejeros comentaron que sería complejo explicar al mercado que un recorte de la tasa de interés no estaría ligada a un mayor pesimismo por la evolución de la actividad, lo que "lo que podía afectar adversamente las expectativas que recién empezaban a salir de territorio pesimista".