Chile registraría un mejor desempeño económico este año y el próximo, pero eso no será suficiente para que Fitch Ratings eleve la calificación soberana.
En un informe especial publicado ayer y titulado "Chile después de las elecciones", la agencia anticipó que el PIB avanzará 3% en 2018 y 2019, frente al promedio de 1,8% entre 2014 y 2017, gracias al mejor escenario externo.
A pesar de esto, la compañía ve "un potencial limitado de alza para las notas de Chile", ya que no se proyecta que el crecimiento se recupere a niveles que permitan que el ingreso per cápita converja con el de sus pares.
Además, si bien se prevé que las mediciones de deuda se estabilizarán, ellas no disminuirán a los bajos niveles registrados en el pasado.
Deterioro por cobre
El reporte analizó la situación económica y fiscal de los últimos cuatro años y concluyó que el deterioro en ambos frentes se debió en gran medida a las condiciones externas menos favorables.
"A juicio de Fitch, los factores externos, incluyendo la caída en los precios del cobre y la débil demanda regional, han jugado un rol predominante en la desaceleración (de la inversión), como se evidencia por la debilidad en la inversión que se ha visto en economías de mercado, que dependen de manera similar de las materias primas", como Perú, sostuvo el estudio.
En cuanto a la situación fiscal, la agencia manifestó que el empeoramiento "se debió principalmente a la caída en los precios del cobre en vez de las reformas".
Según la firma, el balance del gobierno central bajó a -2,3% del PIB en promedio entre 2014 y 2017, frente a un superávit medio de 0,2% en 2010-2013, por los menores ingresos del metal. De hecho, el balance no cobre cayó "ligeramente" desde -3,2% del PIB en la administración previa a -3,4%.