A los 55 años a Jimena Faúndez los médicos le dijeron que no podía seguir trabajando. Lo había hecho por 25 años, pero una artritis reumatoide y una esclerodermia localizada terminaron por limitar sus movimientos. Fue en esa inercia cuando descubrió un nuevo mundo que la llevó a olvidar sus enfermedades: empezó a dedicarle tiempo a su taller y a depurar una técnica nueva, que usa cáscaras de huevo para crear artesanía.
Pero la historia de Jimena y la artesanía comienza antes. En el año 2015 hacia clases de manualidades a un grupo de personas de la tercera edad. Fue ahí, buscando algo innovador para ellos y luego de experimentar con diversos materiales, tales como trigo y arena, encontró las cáscaras de huevo. Los primeros accesorios fueron creados en latas de bebidas, medallones, para luego incluir en la producción, aros, colgantes, collares, pulseras y anillos, entre otros. Ese mismo año, la Municipalidad de Talca le dio la oportunidad de participar en la Feria de la Chilenidad y fue así como se comenzó a mostrar su artesanía por diferentes ferias y ciudades. Como cara visible de Trolef Kuram, Jimena apareció en el programa Chile Conectado de Televisión Nacional De Chile, que también va por la señal internacional de la estación. Gracias a esto logró hacer contactos para llevar sus joyas al extranjero.
La idea de Jimena es darle un nuevo sentido a las cáscaras de huevo y transformar un desecho orgánico en algo preciado para las mujeres. Su otro objetivo es que su emprendimiento crezca y así dar oportunidades a mujeres como ella misma, que luego de una enfermedad seria, pudo tener una segunda chance a través de la artesanía.