En la primera semana de instalación del gobierno entrante, la reforma tributaria comprometida por Sebastián Piñera se va tomando desde un primer momento la agenda del Ministerio de Hacienda, sobre todo si la intención es generar tempranamente un golpe de confianza respecto a un clima pro crecimiento e inversión.
Por lo mismo, el ministro Felipe Larraín dio nuevas luces respecto al proyecto de ley que sería prioridad en el primer año de gobierno, asegurando que, pese a la estrechez fiscal que se ha destacado los últimos días, habría espacio, por ejemplo, para bajar tasas a las empresas o reintegrar el sistema tributario. "Es un proyecto que va a ser fiscalmente neutro. Eso no significa que no podamos tocar ninguna tasa, o sistemas de integración", planteó el Secretario de Estado, recalcando que "en términos de recaudación, el efecto es cero".
De esta manera, el jefe de la billetera fiscal planteó que el proyecto contará también con "compensaciones por otras partes", si bien no adelantó qué impuestos podrían contrarrestar los menores ingresos por bajas de tasas.
Además, expertos no desestiman que se esté considerando que el impulso por mayor crecimiento sea lo que está detrás del anuncio de Larraín; es decir, que el "efecto cero" esté condicionado a recaudación por el incremento del PIB.
De acuerdo a cálculos preliminares, reintegrar el sistema parcialmente integrado significa para el Fisco unos US$ 500 millones menos por año (dado que elimina el "castigo" del 35% del crédito que genera el impuesto pagado por la empresa). Además, la baja del impuesto de primera categoría de 27% a 25%, con lo que se acercaría al promedio de la OCDE, significaría menores recursos por unos US$ 200 millones anuales aproximadamente.
Al menos desde el empresariado, el presidente de Sofofa, Bernardo Larraín Matte, fue enfático en señalar que "mientras más simple un sistema tributario, mientras menores excepciones tenga, puede permitir bajar el impuesto a las empresas". Agregó que "esa tasa que se aplica a las utilidades que se quedan en las empresas y que finalmente se reinvierten hoy o mañana, tiene que ser competitiva con el resto del mundo y esa no puede ser una discusión a la que entremos con complejos".
En tanto, Javier Jaque, socio de Consultoría Tributaria de EY, afirmó que "bajarle el impuesto a las empresas, y subirle a las personas, sería muy complejo", agregando además que "el IVA ya está bien en comparación con la OCDE". De esta manera, señaló que podrían venir alzas de impuestos ambientales, enfocados en extracción de recursos naturales.
Déficit fiscal
En tanto, el miércoles el ministro de Economía, José Ramón Valente, dijo en Radio Cooperativa que "el gobierno de Bachelet le mintió a los chilenos", haciendo referencia al mayor déficit estructural (US$ 1.100 millones) que informó Dipres el fin de semana pasado. "Representa cuatro veces el apoyo que el Gobierno hace al emprendimiento y emprendedores, nos parece una barbaridad y un despropósito", remató.