Rita Agüero llegó hace 15 años a Quinta de Tilcolco junto a su marido, Patricio Laing. Toda su vida la habían hecho en Valdivia, pero se decidieron a comprar una parcela de cerca de 5 hectáreas llena de naranjos y con una casa para vivir en la mitad de los árboles. La idea era dedicarse a vender naranjas, pero por esos tiempos los precios estaban ridículamente bajos. Decidieron entonces ponerse a hacer productos derivados: mermeladas, rodajas deshidratadas, concentrados y naranjas confitadas.
Hace unos cinco años, en una feria de Indap, se le ocurrió a Patricio hacer un espumante de naranja. Rita le dijo que sí. Y se pusieron a investigar. Se ganaron un capital Corfo, y más tarde contrataron cinco personas para exprimir naranjas en una máquina industrial. Luego enviaron el jugo a fermentar por tres meses en la viña La Fortuna, en la Casa Güell. No sabían cuál sería el resultado: el único antecedente de espumante de naranja había sido fabricado por una señora en España que ya falleció. Pero el resultado les gustó. Y terminaron desarrollando un espumante sin ningún tipo de uva, solo naranjas fermentadas y un grado alcohólico de solo 4,5%, bajo en calorías. Lo bautizaron como Fraumarion.
La primera prueba para el espumante fue en Paula Gourmet. Y vendieron 200 botellas en un par de días a 10 mil pesos cada una. Ahora el desafío es difundir el producto e introducirlo en diferentes restoranes y hoteles. Además, ya tienen prometido un cargamento de 2 mil botellas para el mercado europeo.
Rita dice que para cada cosecha contrata a unas diez personas, que el negocio de a poco ha ido dando trabajo a gente de la zona. También declara que uno de sus grandes orgullos, además de haber salido en varios programas de televisión como 'Recorriendo Chile' mostrando sus productos, es haber sido invitada a dar charlas de emprendimiento a universidades. La razón es clara: ella y su marido solo terminaron cuarto medio.