Apenas un día después de haber sido ratificado por la ministra Marcela Cubillos como titular de la Superintendencia de Medio Ambiente, el pasado 13 de marzo, Cristián Franz solicitó acciones en contra de SQM ante la justicia ambiental.

En un escrito dirigido al Primer Tribunal Ambiental (de Antofagasta), el jefe de la SMA pidió que la instancia renueve una Medida Urgente Transitoria (MUT), que clausura de manera temporal pozos de extracción de agua de SQM ubicados en el Salar de Llamara, que abastecen a su planta Pampa Hermosa. Esto, por incumplimientos a la resolución de calificación ambiental (RCA) del proyecto.

Se trata de una duro golpe para la minera, pues se trata de pozos clave para su crecimiento. De acuerdo con lo informado por SQM en sus estados financieros, estos pozos permiten a la compañía extraer aproximadamente 124 litros por segundo de agua.

La planta de Pampa Hermosa de SQM está ubicada en la comuna de Pozo Almonte, en la Región de Tarapacá. En esa región, la compañía lleva adelante un proyecto que tiene por objetivo aumentar la producción de yodo en 6.500 toneladas por año, logrando una capacidad de 11 mil toneladas por año. Además, contempla la construcción de una nueva planta de nitrato con una capacidad de 1.200.000 toneladas por año de nitrato de sodio y/o nitrato de potasio.

La medida de cierre de pozos ya había sido decretada con anterioridad en diciembre de 2017 por el Tribunal Ambiental con sede en Antofagasta, aunque de manera temporal.

Daño ambiental

En su escrito, la superintendencia describió que existe un daño en ciernes en la zona, que es urgente subsanar. "Es posible estimar que, hasta el día de hoy, se configura un daño grave e inminente para la biota acuática que habita en los cuatro puquíos (manantiales) del salar de Llamara", señaló la SMA en su presentación.

La entidad pidió a la empresa una serie de medidas, entre las que figuran acciones como que dentro de los primeros cinco días de cada mes deberá remitir el registro de extracción total de caudales y los niveles de los pozos, entre otras.

"La vigencia de la medida cuya autorización se solicita se mantendrá hasta que SQM acredite ante la SMA la inexistencia de efectos ambientales en los puquíos, todo ello, con el fin de impedir un daño grave e inminente a la biota acuática de los puquíos del salar de Llamara", solicitó la superintendencia.

La SMA también exigió que SQM acredite que efectúa "un adecuado control de calidad de las aguas que son intectadas al sistema". Para eso, la entidad estableció que estas acreditaciones se realicen, a más tardar, en un plazo de seis meses.

Viejos conocidos

No es primera vez que la mirada de la Superintendencia se posa sobre Pampa Hermosa. A comienzos de junio de 2016, formuló cargos en contra de de SQM por eventuales incumplimientos a la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto. A raíz de lo anterior, la minera no metálica presentó un programa de cumplimiento, detallando acciones y compromisos a ejecutar para superar las objeciones realizadas por la autoridad ambiental. Sin embargo, a fines de junio de 2017 la SMA rechazó el programa de la compañía.

Cercanos a la firma señalaron que pese a esta solicitud de ampliación de plazo realizada por la SMA ante el Tribunal Ambiental de Antofagasta, no se ha podido decretar que existan daños medioambientales a los manantiales. Las mismas fuentes señalan que desde hace un tiempo la minera no metálica ha mandatado la realización de estudios en la zona, para demostrar que no existen afectaciones.

De manera oficial, desde la compañía aseguraron que "esta no es ninguna medida nueva, es una solicitud de ampliación de plazo de una medida ya decretada hace tres meses".