Las últimas dos semanas han sido bastante agitadas para Wall Street. El 2 de febrero se publicó el informe laboral de enero en Estados Unidos, que mostró una marcada aceleración en el crecimiento de los salarios, lo que atemorizó a los inversionistas por el riesgo de un mayor ajuste monetario por parte de la Reserva Federal (Fed). Las pérdidas fueron de tal magnitud, que el jueves 8 el Dow Jones y el S&P 500 entraron en una corrección , acumulando una caída superior a 10% desde su más reciente máximo, alcanzado a fines de enero. Sin embargo, desde el viernes 9 ambos indicadores han experimentado un sólido repunte, con avances en torno a 6%. Esto, pese a que ha habido nuevas señales de que las presiones inflacionarias están aumentando.

Para Terry Simpson, estratega multiactivos de BlackRock Investment Institute, las bruscas caídas no debieran repetirse, aunque advierte que sí habrá mayor volatilidad. No obstante, el experto mantiene una perspectiva positiva para las acciones este año.

Los mercados vivieron un duro período hace algunas semanas, ¿a qué se debió?

La primera parte de la venta masiva fue un movimiento técnico de los inversionistas deshaciéndose de productos transados en Bolsa de volatilidad corta. Estas posiciones, sin embargo, provocaron una cantidad significativa de volatilidad.

La segunda etapa de la venta masiva estuvo más arraigada y tuvo que ver con la publicación del déficit presupuestario de EE.UU., que pronosticaba más gasto, lo que va a llevar a una mayor oferta de bonos del Tesoro. Los inversionistas globales vieron ese paquete y empujaron los rendimientos reales, lo que sacudió a los mercados accionarios.

¿Cree que esto podría repetirse?

No creemos que la venta masiva vaya a continuar, pero sí que estamos entrando en un régimen de mayor volatilidad, no a los niveles que vimos recientemente, pero sí creemos que los niveles anormalmente bajos de volatilidad que hemos tenido durante buena parte de la era poscrisis probablemente están desapareciendo.

Desde el viernes 9 las bolsas han recuperado buena parte de las pérdidas. ¿Por qué se ha dado este rally?

Es una combinación de varias cosas. El impulso de las ganancias corporativas ha sido muy, muy sólido, y el paquete de recortes tributarios y la flexibilización fiscal deberían ayudar a la economía estadounidense en el corto plazo. Estás añadiendo estímulo por encima de otro estímulo, lo que significa que vas a tener más oportunidades para que el mercado de capitales tenga un fuerte desempeño.

Además, cuando empezó la venta masiva, dijimos que veíamos esto como una oportunidad de compra. Tienes una cierta cantidad de inversionistas con grandes posiciones de efectivo y este ajuste de 10% fue una oportunidad para que los clientes reconsideraran poner dinero de vuelta en los mercados accionarios.

El miércoles se conoció el dato de inflación de enero, que fue mayor al esperado. Los futuros de Wall Street cayeron cerca de 1%, pero luego se recuperaron con fuerza. ¿Cómo se explica esta reacción?

Los mercados pensaron que esto iba a confirmar un ajuste más rápido o significativo por parte de la Fed. Sin embargo, cuando empezaron a indagar en los detalles, se dieron cuenta de que si bien fue una lectura sólida, también hay que distinguir entre la magnitud y la duración.

No creemos que vayamos a tener este nivel de magnitud extendiéndose por el resto del año. Es probable que algunos de los ítems que subieron por encima de nuestra expectativa se reviertan a un nivel normal en el futuro. En nuestra opinión, los factores estructurales que han mantenido baja la inflación no se desharán pronto.

¿Los inversionistas no deberían estar muy preocupados por las presiones inflacionarias?

Diría que la inflación ha regresado, pero no estamos viendo una inflación fuera de control. Prevemos que llegará a 2,1% o 2,2% a mediados de año, pero no es suficiente para reconsiderar lo que la Fed va a hacer. Necesitamos ver tres o más lecturas en este nivel para cambiar nuestra visión de un ajuste gradual de la política.

Entonces, por ahora, ¿las probabilidades de que la Fed tenga que elevar las tasas más rápido son bajas?

Sí. Antes del informe teníamos la postura de que la economía se estaba moviendo muy fuertemente y que íbamos a ver un regreso de la inflación. Si continuamos viendo este tipo de fortaleza en los datos en los próximos seis meses, es más probable que veamos cuatro aumentos este año, pero nada de esto cambia la gradualidad del ajuste. Necesitaríamos dos o tres lecturas de este nivel para que ellos comiencen a pensar que tienen que actuar más agresivamente.

¿Y qué hay del estímulo fiscal? Cuando la Fed proyectó tres subidas en diciembre, aún no se promulgaban los recortes tributarios ni el mayor gasto fiscal para este año y el próximo.

En diciembre, la Fed debatió las implicancias de las rebajas impositivas, pero obviamente el anuncio de mayor flexibilización fiscal no había sido incorporado en sus pronósticos. La gran preocupación aquí es que estamos con bajo desempleo y están entregando una flexibilización fiscal significativa, lo que debería llevar a más presiones inflacionarias. Sin embargo, sabemos que cuando hay un estímulo fiscal tarde en el ciclo, los multiplicadores fiscales son un poco más bajos.

En términos generales, ¿cuál es la perspectiva para las bolsas en 2018?

Nos mantenemos positivos en los mercados accionarios. Una de las cosas en las que nos enfocamos este año es en el crecimiento de las ganancias corporativas. Ya sea en EE.UU., Europa e incluso en los mercados emergentes, si tienes un sólido crecimiento en las ganancias, lo más probable es que tengas un fuerte retorno total.

Como el impulso es muy fuerte, creemos que las acciones siguen siendo una oportunidad en un contexto de portafolio total. Continuamos prefiriendo las acciones por sobre los bonos.