A 10 años del cierre de RCTV, los medios intentan sobrevivir en Venezuela

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Hace una década, la señal del canal Radio Caracas Televisión fue clausurada. Fue uno de los primeros golpes del chavismo contra los medios de comunicación.




A las 23:59 del 27 de mayo de 2007, la cadena privada Radio Caracas Televisión (RCTV) apagó su señal de emisión y nunca más volvió a salir al aire. Meses antes al canal le había sido negada la renovación de la concesión de su frecuencia por el gobierno del entonces Presidente Hugo Chávez (1999-2013), por primera vez en 53 años.

La negativa a la renovación tenía que ver con la cobertura que el canal había realizado durante el intento de golpe de Estado de 2002 y su cierre provocó protestas en todo el país y el repudio de la comunidad internacional. Hoy, tras 10 años de su cierre, la oposición volverá a salir a las calles para conmemorar el hito.

"Fue un día de incertidumbre y angustia. Fueron llegando todos los trabajadores y amigos para acompañarnos. Pensaba en cómo podíamos ayudar a toda la gente que nos había acompañado durante tantos años a construir la estación de televisión más vista y querida por los venezolanos", cuenta a La Tercera Marcel Granier, empresario venezolano y quien ejercía como director del canal cuando fue clausurado.

RCTV no es el único canal que el chavismo ha sacado del aire. En febrero de 2014, el gobierno de Nicolás Maduro terminó con la señal de NTN24, un canal de noticias colombiano transmitido por cable. El país vivía por ese entonces una ola de protestas similares a las que desde el 1 de abril han convulsionado al país. En ese entonces, al oficialismo no le gustó la forma en que el canal cubrió las manifestaciones.

El último caso emblemático contra los medios sucedió en febrero, cuando el gobierno decidió terminar con la señal de la cadena de noticias CNN.

"Es un instrumento de guerra. El que se meta con nosotros recibirá la respuesta adecuada", aseguró Maduro al anunciar la expulsión de la cadena que según el mandatario, se había convertido en un "cañón de instigación al odio religioso, racial, político, a la violencia y a la sangre".

El reportaje que terminó por enfurecer al oficialismo se emitió el 6 de febrero y reveló una supuesta venta de pasaportes y visas en la embajada venezolana en Irak, a personas con posibles vínculos terroristas.

"La situación de los medios en la actualidad es terrible. La verdad es que lo de RCTV fue un momento emblemático porque fue cuando el gobierno se quitó la careta con los medios. Fue el inicio de una guerra sostenida para acabar con la libertad de expresión", explicó a La Tercera el Presidente Editor del diario venezolano El Nacional, Miguel Otero.

Según el Instituto de Prensa y Sociedad (Ipys), se han presentado 2.294 violaciones a la libertad de prensa en Venezuela desde 2015. Alrededor de 30 emisoras de radio también han sido sacadas del aire.

En el caso de la prensa escrita, el diario El Nacional es el único periódico opositor que sigue imprimiéndose. Todo el resto ha tenido que suspender su circulación y posicionarse exclusivamente en Internet. Otro caso es el del diario Tal Cual, ahora convertido en semanario.

El más reciente caso es El Carabobeño de Maracaibo, que dejó de circular tras 83 años de circulación ininterrumpida.

"Actualmente la inmensa mayoría de los medios vive una situación muy difícil, ya que el régimen controla el suministro de casi todos los insumos que necesitan para la realización de sus actividades", explica Granier.

Las redes sociales e Internet ejercen en estos momentos como la vía de salida para la circulación de información, pero no siempre hay libertad absoluta. Algunas páginas de medios, como la de NTN24 están bloqueadas en Venezuela, así también como el portal argentino Infobae.

"El 40% del territorio solo tiene acceso a radio y televisión oficial. El 60% tiene acceso a radio y televisión privada autocensurada. De los medios impresos sólo queda El Nacional. Los demás están todos en la web o fueron comprados por el gobierno con fondos públicos o en operaciones no transparentes, como El Universal o Ultimas Noticias", explica Otero.

Según el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Roberto Rock, el gobierno venezolano también está obstaculizando la labor de los corresponsales extranjeros.

"Por cada noticia que se conoce en esta línea de estrategia del gobierno del Presidente Maduro, hay muchísimos casos que se desconocen. Hay una realidad que nunca va a ser denunciada. Sabemos que hay un hostigamiento persistente sobre agencias internacionales y un acoso permanente sobre las agencias que siguen operando", explicó Rock a La Tercera, quien agregó que lo que busca el gobierno es "un apagón para bloquear la presencia de medios masivos y sus servicios a la comunidad".

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