13 de diciembre de 2006. Con un Estadio Nacional con más de 65 mil personas, Colo Colo tenía todo listo para festejar su cuarto título continental de su historia. Enfrentaba a Pachuca, a quien le había sacado un buen empate en México por 1-1. Tenía al mejor jugador de América, Matías Fernández; al goleador, Humberto Suazo; a dos de las promesas más notables del fútbol chileno, como Vidal y Sánchez; y a un plantel que dominaba en Chile y llegó caminando a la final de la Sudamericana.
Sin embargo, Pachuca le arruinó la fiesta. Suazo había abierto el marcador, pero Gabriel Caballero y Christian Giménez aprovecharon los espacios de un Colo Colo que era extremadamente ofensivo, que no se resguardó bien y que terminó pagando ante la efectividad mexicana. Una Copa Sudamericana que no le trae buenos recuerdos a los hinchas del Cacique. Un equipazo que no pudo coronarse a nivel internacional.