Cerca de 10 millones de hispanos-estadounidenses pueden llegar a tener problemas para votar en las elecciones presidenciales del 6 de noviembre próximo en Estados Unidos.

El inconveniente surge debido a que las nuevas leyes electorales en algunos Estados de la Unión requieren a los votantes mostrar la prueba de que tienen la ciudadanía estadounidense en un documento con foto.

Según un estudio difundido hoy por Advancement Project, un grupo para la defensa de los derechos civiles, la medida concierne a 23 Estados, y en algunos de ellos, como Florida, podría tener un "efecto desproporcionado". 

El problema no está relacionado principalmente a los ciudadanos de origen hispano inmigrante ilegal, sino a aquellos que no tienen el dinero o el tiempo de obtener el nuevo documento.

Esto afecta ciertamente al presidente Barack Obama, quien según los resultados de boca de urna en las elecciones de 2008 tuvo el apoyo del 67% del electorado hispano, que, según algunos datos, actualmente lo apoya entre el 68-70%.