Las fuerzas de seguridad detuvieron  hoy a 156 personas acusadas de alterar el orden público en el segundo día consecutivo de una huelga y protestas antigubernamentales que se ha extendido en el Perú.

A la jornada de protestas se unieron los choferes del transporte público de la capital que ocasionó a los limeños problemas para dirigirse a sus centros de labores.

El Director de la Policía Nacional, general José Sánchez, dijo a la televisora de cable Canal N que 156 personas fueron detenidas en todo el país por incurrir en actos de violencia y desorden; 127 de las detenciones fueron realizadas en Lima.

En algunos puntos de la ciudad, grupos de huelguistas intentaron impedir la circulación de autobuses lanzando piedras contra las unidades, según reportes de prensa.

Hubo bloqueos de carreteras en ciudades como Arequipa, Ica, Puno y Juliaca, pero la policía despejó las vías, según Sánchez.

El ministro de Defensa, Antero Flores-Araoz, calificó los incidentes de la jornada como "pequeñas cositas, nada significativo".

El paro fue convocado por la Confederación General de Trabajadores del Perú (Cgtp), la mayor central sindical obrera, que el miércoles congregó a unas 2.500 personas en Lima para exigir al gobierno la renuncia del gabinete, aumento de remuneraciones y suspensión de los tratados de libre comercio firmados con terceros países, entre otras demandas.

"Necesitamos un cambio de régimen, un nuevo modelo económico, una nueva democracia más participativa y con desarrollo con equidad, por eso a partir del 2011, de la mano con todos los movimientos sociales, fuerzas de izquierda, pueblos amazónicos, pueblos originarios... llegaremos al poder", dijo en el mitin el líder opositor Ollanta Humala, cuyo Partido Nacionalista Peruano respalda las protestas.

Antes en una conferencia de prensa, el secretario general de la Cgtp, Mario Huamán, sostuvo que el país seguirá soportando conflictos si el Presidente mantiene un gabinete que no resuelve los problemas de los trabajadores y responde a "políticas económicas que solamente favorecen intereses de sus amigos, los banqueros, los mineros, las transnacionales".

En la ciudad del Cusco, donde también se acató un paro, la empresa PeruRail informó que el servicio de trenes a la ciudadela inca de Machu Picchu y a la ciudad de Puno fue suspendido el miércoles en previsión de posibles disturbios por parte de manifestantes. En tanto, policías y efectivos del ejército resguardaban las operaciones en el aeropuerto internacional Alejandro Velasco Astete para garantizar la seguridad de los turistas.

Más de 35.500 efectivos de la policía y 6.259 miembros del ejército han sido movilizados en todo el territorio nacional para brindar seguridad los días del paro.

Perú atraviesa una oleada de protestas sociales que se originó luego de los violentos hechos de Bagua el 5 de junio, cuando una protesta de indígenas amazónicos terminó con enfrentamientos entre policías y nativos que dejaron por lo menos 33 muertos, 23 de ellos agentes.

Las autoridades afirman que grupos con intereses políticos buscan desestabilizar y ocasionar la caída del gobierno.