Los astros están alineados para hacer de 2014 el año del dólar estadounidense. La divisa ya partió el año fortaleciéndose ante sus contrapartes del grupo de las 10 economías más desarrolladas y la mayoría de las monedas emergentes. Hay mejores perspectivas para Estados Unidos, una divergencia creciente entre la política monetaria de la Reserva Federal y la de los otros bancos centrales, un menor ruido político en EE.UU. y una desaceleración en el ritmo de crecimiento de las economías emergentes.

George Magnus, economista de UBS, cree que todos estos ingredientes se traducirán en un tercer gran ciclo alcista del dólar. Magnus dijo a Financial Times que desde el colapso del sistema de Bretton Woods, en 1971, hubo tres ciclos bajistas y dos ciclos alcistas de la moneda de EE.UU., con una duración media de poco más de siete años. Y espera que el nuevo mercado alcista del dólar dure hasta 2015.

La economía estadounidense, más allá de las dudas por la lentitud en la creación de empleo, ha dado señales de haber iniciado una recuperación estable. Eso lo recogen informes recientes, como las Perspectivas económicas globales del Banco Mundial y la actualización de las proyecciones del Panorama Económico Mundial del FMI: ambos corrigieron al alza sus estimaciones para la economía estadounidense en 2014 y 2015, y ambos prevén una expansión de 2,8% para EE.UU. este año, bien por encima del 1,9% del año pasado. En contraste, la reactivación es débil en Europa y Japón, donde se espera que se mantengan las políticas monetarias expansivas, y las proyecciones para las economías emergentes muestran una moderación en el ritmo de crecimiento, esperado en el caso de China, pero mayor que lo anticipado en grandes economías como Brasil, Rusia, Turquía e Indonesia.

La reducción en el diferencial de crecimiento entre economías, que hoy se encuentra en su nivel más bajo desde 2003, favorece al dólar. A igualdad de condiciones, los inversionistas optarán por los mercados más grandes y seguros.

DIVERGENCIA

La divergencia en las políticas de los bancos centrales también juega a favor del dólar. La Fed anunció el comienzo de la reducción de su programa de compras de bonos y el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, comentó ayer que prevé que el emisor estadounidense subirá las tasas de interés en 2015. En cambio, países emergentes, como Chile, Perú y Colombia, han comenzado a bajar las tasas de interés para reactivar sus economías, que crecen a la tasa más baja en cuatro años a medida que se modera el boom de una década de las materias primas. Según el índice Standard & Poor's GSCI Index, los precios de las materias primas bajaron 0,7% en 2013, su primera caída desde 2008. De hecho, todas las divisas latinoamericanas importantes retrocedieron en 2013: el real de Brasil perdió 13,1%, extendiendo a 30% su caída desde finales de 2010. El peso de Chile cayó 8,8% el año pasado, casi igual que el sol de Perú (8,77%) y el peso colombiano (8,42%). El peso de México bajó menos, sólo 1,7%.

En el caso chileno, las autoridades han sido explícitas en cuanto a la adopción de una política expansiva. Rodrigo Vergara, presidente del Banco Central de Chile, dijo esta semana a Bloomberg que "no pensamos que será enorme, que se necesita un gran estímulo monetario, pero existe la probabilidad de que se necesite un impulso monetario adicional". Los analistas ahora anticipan al menos dos recortes en la tasa de instancia chilena este año, en febrero y mayo, hasta un 4%.

El tipo de cambio cerró ayer en $ 544,55 -su mayor nivel desde el 30 de junio de 2010-, con un alza de $ 3,33 respecto del lunes y completando así seis jornadas de aumentos, acumulando una variación de $ 19, o 3,5%, en lo que va de año. En la entrevista con Bloomberg, Vergara comentó que el debilitamiento de la moneda es "bienvenido" y que aumenta la competitividad de las exportaciones chilenas.

COMMODITIES

El fortalecimiento del dólar encarecerá y podría moderar la demanda por los commodities, ya debilitada por un menor crecimiento en las grandes economías emergentes.

La debilidad mostrada por las materias primas industriales, incluyendo cobre, hierro y acero, debido a las dudas que acompañan el rebalanceo de la economía china (y, por tanto, su demanda), no es un escenario favorable para las denominadas divisas commodities, como el dólar canadiense y el australiano, cuya cotización, igual que la del peso chileno, el sol peruano y el real brasileño, va de la mano con los precios de las materias primas.

Ayer, el dólar canadiense cayó a 1,10 unidades por dólar por primera vez en cuatro años, mientras que el dólar australiano retrocedió a su piso en tres años de US$ 0,88. En ambos casos, además de una menor cotización de sus principales productos de exportación, se espera un recorte en las tasas de política monetaria, lo que sucedería hoy en Canadá.

Una nota de Financial Times señala que, a diferencia de otras ocasiones, las huelgas en los puertos chilenos no han tenido impacto en el precio del cobre, pero es probable que sí haya afectado el ánimo hacia el peso.