Las malas noticias en materia de actividad económica se sucedieron una tras otra mientras avanzaba 2016, con una trayectoria de crecimiento que fue de "más a menos". Este ánimo parece no repuntar este año ya que los agentes consultados por el Banco Central en su encuesta de expectativas económicas (EEE) de enero proyectaron expansiones del PIB de 2% y 2,5% para 2017 y 2018 respectivamente.

En el primer caso, si bien se trata de una mantención respecto del sondeo anterior, cerca del 40% de los consultados apuesta por una cifra inferior a 2%, mientras que para el próximo año se trata de un recorte de 0,2 décimas frente al 2,7% previsto en diciembre. ´

NEG evolucion expectativas economicas

Como sea, las proyecciones del mercado plasmadas en la EEE representan el peor inicio de año en materia de expectativas económicas para un bienio -el año en curso y el siguiente- desde la crisis económica global de 2009.

De acuerdo a analistas, este hecho por si solo obliga a poner especial atención al recorrido que tendrá el crecimiento económico, sobre todo, porque los últimos años las perspectivas generadas en la encuesta en enero han sufrido una notable corrección a la baja con el pasar de los meses, lo que pone la nota de duda sobre qué ocurrirá en esta ocasión.

Solo como ejemplo, la EEE publicada en enero de 2016 apuntó que el año tendría un crecimiento de 2,1% y que en 2017 el PIB aumentaría un 2,8%, lo que se compara con el 1,5% que espera el consenso para 2016, mientras que la visión para este año ha retrocedido 0,8 puntos porcentuales a la fecha.

Perspectivas del BM

Tal como ha ocurrido con los expertos a nivel local, el Banco Mundial (BM) también rebajó las expectativas que tenía para la economía chilena en su última revisión de proyecciones. Para 2016, el organismo internacional bajó su perspectiva en 0,1 punto hasta un 2%. Para 2028 apuesta por un 2,3%, inferior a la media de las expectativas a nivel local.

Así, el BM ubicó a Chile lejos del crecimiento que alcanzaría Perú este año (4,2%), y también por detrás de Argentina (2,7%) y Colombia (2,5%). De esta manera, entre las principales economías de la región, el país solo podría superar a Brasil (0,5%), México (1,8%) y Uruguay (1,6%).

En su análisis, el BM destacó que el crecimiento fue más resiliente en los exportadores de materias primas más diversificados, donde incluyó a Chile, Colombia y Perú, a la vez que enfatizó en los "factores domésticos y externos favorables ayudaron a absorber los shocks y apoyar su actual recuperación". Entre estos el organismo consideró tipos de cambio flexibles, inflación moderada, amortiguadores de política, acceso a fuentes concesionales de financiamiento, una robusta inversión extranjera directa y un crecimiento más sólido en sus principales socios comerciales.

Señal de alerta

Las bajas perspectivas para el crecimiento económico han reanimado el debate respecto a la necesidad de cuidar las expectativas, un discurso que ha sido enfatizado por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés (ver página 31), pero que según expertos también deberá ser tomado por los candidatos presidenciales.

De acuerdo a Luis Eduardo Escobar, jefe de Estudios del Consejo de Políticas de Infraestructura, el efecto de las presidenciales será importante, aunque en 2017 podría ser negativo ya que a su juicio "los desacuerdos políticos son bien grandes". Así, una mejora de las expectativas "dependerá de qué candidatos pasan a segunda vuelta, y la capacidad que tengan de convencer al país que habrá un cambio de rumbo. Pero eso podría ocurrir para 2018".

En cambio, Francisco Klapp, investigador del programa económico de LyD, planteó que "soy marginalmente optimista de que el ciclo político traerá mejores expectativas". Agregó que "espero que Alejandro Guillier sea más moderado de lo que algunos les gusta creer; aunque hay incertidumbre".

En este sentido, Klapp señaló que "hemos visto en otros países de la región, como en Perú, Brasil y Argentina, que el cambio político trajo un importante cambio de expectativa".

Con todo, el investigador reconoció que la moderación en lo que se espera para Chile tiene que ver también con políticas que afectaron el dinamismo de la actividad de largo plazo, lo que se está evidenciado en la baja del PIB potencial de Chile.

Por otra parte, Antonio Moncado, economista de BCI Estudios apostó que la trayectoria del crecimiento a lo largo de 2017 también permitirá ver un cambio positivo en las expectativas, a diferencia de lo que ocurrió en 2016. "La trayectoria de crecimiento de 2017 va a permear positivamente las expectativas porque debiera ser de menos a más".

Además, el economista de BCI Estudios indicó que "probablemente una consolidación de candidaturas más pro mercado podrían tender a recomponer las expectativas con una mejor visión económica hacia adelante", a lo que agregó que un mayor estímulo del Banco Central podría empujar la visión del mercado en la misma dirección.

El resultado del Imacec de diciembre, en tanto, fue especialmente resaltado por Cristóbal Gamboni, economista de BBVA Research, al sostener que "más allá de si es un 1% o no (como lo adelanta la EEE), será especialmente relevante en cuanto a su composición. Si es por un ajuste negativo respecto a lo esperado por la producción no minera, eso podría afectar las expectativas decididamente, no tanto así si el dato es menor por un efecto negativo de la minería".