Un 5 de abril de 1994, los medios alrededor del mundo reportaron la muerte de Kurt Cobain, el líder de Nirvana e ídolo juvenil. El cuerpo del artista de 27 años fue encontrado sin vida en su casa, junto a una escopeta y una nota de suicidio dirigida a su familia.
Seis meses antes de eso, la estrella del grunge daba su última entrevista oficial y en extenso con revista Rolling Stone. En una profunda conversación con el renombrado reportero David Fricke, Cobain habló de la gira que realizaba por entonces, la fama, su afición por las armas y su enfermedad al estómago, que lo llevó en muchas ocasiones a querer suicidarse. Toda esa conversación se dio entre el backstage del recital que habían brindado en Aragon (Estados Unidos), y el hotel donde alojaban en esa ciudad. Tras el show, el cantante jugaba con la pequeña Frances Bean Cobain, mientras calificaba el recital como el peor de la gira por varios problemas técnicos que hicieron que la banda bajara del escenario sin interpretar el esperado Smells like teen spirit, y rodeados de pifias.
Revisa a continuación los pasajes más destacados de esa entrevista.
¿Qué parte de ese dolor físico has canalizado en tus composiciones?
Normalmente, cuando una persona tiene un problema serio en la vida, se refleja en su música. Muchas veces las composiciones se benefician de ello. Creo que seguramente me ayudó. Pero lo daría todo a cambio de tener una buena salud. Hasta el momento esta ha sido nuestra mejor gira. De verdad. Y no tiene nada que ver con que toquemos en locales más grandes ni con que todo el mundo nos bese el trasero. Es porque el estómago ya no me molesta. Estoy comiendo. Ayer por la noche me comí una pizza enorme. Fue fantástico. Y me levanta la moral. Pero, al mismo tiempo, me asusta que, si desaparece el dolor, deje de ser creativo. ¿Quién sabe? Ahora no tengo canciones nuevas. Hasta ahora, siempre que terminábamos un disco, nos sobraban tres o cuatro canciones. Y solían ser buenas, un buen apoyo. Por eso el próximo álbum va a ser interesante, porque no tengo absolutamente nada. Por primera vez empiezo de cero. No sé qué vamos a hacer.
Uno de los cortes que eliminaste de 'In utero' en el último minuto fue 'I hate myself and I want to die' [Me odio a mí mismo y me quiero morir]. ¿Qué había de verdad en ese título?
Toda la verdad que pueda haber en un chiste. No era más que una broma. Y eso tuvo mucho que ver con que decidiéramos sacarla del disco. Sabíamos que la gente no iba a entenderlo, que se lo tomarían demasiado en serio. Era totalmente satírico, queríamos reírnos de nosotros mismos. Todo el mundo cree que soy un loco esquizofrénico que se pasa el día pensando en suicidarse y a mí me pareció que ese título tenía gracia. Durante mucho tiempo quise que fuera el título del disco. Pero sabía que la mayoría de la gente no lo entendería.
¿Alguna vez te has sentido tan mal física o mentalmente que llegaste a pensar en quitarte la vida?
Durante los cinco años en que estuve con el dolor de estómago sí llegué a pensarlo. Quería matarme cada día. Y estuve cerca de hacerlo muchas veces. Siento decirlo tan directamente. Había momentos en las giras en que me retorcía en el suelo vomitando aire, porque ni el agua me aguantaba en el estómago, y en 20 minutos tenía que estar sobre el escenario. Cantaba y tosía sangre. Ésa no es forma de vivir la vida. Me gusta hacer música, pero algo no iba bien. Así que decidí automedicarme.
¿Qué piensas de Pearl Jam ahora? Hubo rumores de que Eddie Vedder y tú iban a aparecer juntos en la portada de la revista Time.
No quiero entrar en eso. Una de las cosas que he aprendido es que criticar a los demás no es bueno para mí. Tanto peor, porque hace tanto tiempo que empezaron los problemas entre Pearl Jam y Nirvana que ya están a punto de arreglarse.
Nunca ha estado del todo claro cuál era el motivo de la disputa entre Vedder y tú.
Es que nunca existió. Les cargué porque no me gustaba su grupo. Entonces no conocía a Eddie. Fue culpa mía; tenía que haber criticado a su compañía discográfica en lugar de a ellos. Les hicieron una campaña de marketing (seguramente no contra su voluntad) pero sin que se dieran cuenta de que les estaban metiendo en el saco del grunge.
Cuando te arrestaron por una acusación de violencia doméstica el verano pasado, Courtney dijo que tenías armas en casa. ¿Por qué crees que las necesitas?
Me gustan las armas. Simplemente me gusta disparar.
¿Dónde? ¿Disparar contra qué?
(Ríe) Cuando vamos al bosque, en campos de tiro. No es un campo oficial de tiro, pero está permitido. Hay una colina bastante alta, así que no hay riesgo de que las balas le den a alguien. Además, no hay ni un alma en millas a la redonda.
¿No te parece peligroso tener armas en casa, sobre todo con tu hija, Frances, trasteando por ahí?
No. Es por protección. No tengo guardaespaldas. Hay personas menos conocidas que Courtney y que yo que han sido atacadas y hasta asesinadas. O puede pasar que entren en casa para robar sin saber quiénes somos. Tenemos un sistema de seguridad. De hecho, mantengo cargada una de las pistolas, pero la guardo a salvo, en una caja en lo alto de una estantería. Es imposible que Frances la alcance. También tengo un rifle M16. Es muy divertido disparar con ella. Es el único deporte que me gusta. Pero no es un tema con el que esté obsesionado. De hecho no pienso mucho en ello.
¿Qué opina Courtney de que tengas armas en casa?
Estaba conmigo cuando las compré. No soy una persona fuerte físicamente. No podría enfrentarme a un intruso que tuviera un cuchillo o una pistola. Pero no estoy dispuesto a quedarme mirando mientras apuñalan o violan a mi familia. Le volaría la cabeza a quien intentara hacer algo así sin pensármelo dos veces. Es por protección. Y a veces es divertido disparar un rato. (Pausa) A objetivos inanimados. Quiero dejarlo claro (ríe).
¿Qué tal han ido las relaciones dentro de Nirvana durante el último año?
Cuando estaba metido en las drogas las cosas iban bastante mal. Ni Krist ni Dave entendían el problema. Piensan sobre la heroína lo mismo que yo antes de probarla: que es muy triste. Y no hablábamos demasiado. Pensaban lo peor, y no les culpo por ello. Desde que estoy limpio las cosas han vuelto a la normalidad. Menos con Dave. Me preocupa porque me da la sensación de que todavía piensa que…
¿Que no has pasado la prueba?
Sí. No lo entiendo. Intento decirle todos los piropos que puedo. No suelo halagar a los demás, pero Dave necesita que le animen, así que intento hacerlo.
¿Entonces eres tú quien decide en el grupo?
Sí. Siempre les pido su opinión sobre las cosas, pero yo tengo la última palabra. Siempre me siento raro diciendo eso, suena egoísta. Pero nunca hemos discutido. Dave, Krist y yo nunca nos hemos gritado. Jamás. Y no es que no se atrevan a decirme algunas cosas. Siempre les pido su opinión, lo discutimos todo y muchas veces acabamos llegando a la misma conclusión.
¿Ha habido alguna cuestión que haya provocado una discusión acalorada entre ustedes?
Sí, el reparto de los royalties. Yo recibo el 75% por la música, y ellos el resto. Me parece justo. Pero, en el momento en que hubo que discutir ese tema, yo estaba metido en la droga. Por eso, ellos dos pensaron que pediría más. Temían que no estuviera en mis cabales y que intentara ponerlos a sueldo o algo así. Pero ni siquiera entonces nos gritamos.
Con todas las reservas que tienes respecto a tocar "Teen spirit" y a componer el mismo tipo de canción una y otra vez, ¿prevés que en el futuro Nirvana deje de existir? ¿Te ves intentando hacer algo en solitario?
No creo que nunca sea capaz de hacer algo solo, el Proyecto Kurt Cobain.
No se puede decir que suene demasiado bien…
No [ríe]. Pero sí, me gustaría trabajar con gente que haga cosas totalmente distintas a lo que estoy haciendo ahora. Algo muy diferente.