Las dificultades en la salud por el sobrepeso y la obesidad se han convertido en una importante preocupación, más aún por los datos entregados por el último Estudio Nacional de Educación Física para alumnos de octavo básico: el 25% de los niños arriesga problemas cardiovasculares y metabólicos.
La investigación, realizada por la Agencia de Calidad de la Educación a 9.568 alumnos de octavo básico de todo el país, muestra que el 45% de los estudiantes tiene sobrepeso u obesidad.
Además, el 72% de quienes rindieron el test de Navette, que mide la resistencia cardiorrespiratoria, quedó en la categoría "necesitan mejorar", y el caso de las mujeres fue peor, ya que el 91% entró en esta categoría, frente al 58% de los hombres (ver infografía).
"Es un problema grave que se relaciona con una dimensión fundamental del desarrollo de las personas. No tiene que ver sólo con un problema de salud, sino que con la sensación de bienestar de la población", señaló Valentina Quiroga, subsecretaria de Educación. El secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad, Carlos Henríquez, expresó que esto "no puede ser abordado sólo por los colegios del país, sino que se requiere de profesores, de padres, de barrios y del gobierno".
Riesgos y causas
Las patologías cardiovasculares son algunos de los peligros que pueden enfrentar quienes caen en las categorías más desfavorables del estudio. "El aumento del colesterol, la diabetes, el hígado graso, hasta el cáncer de mama tienen mayor incidencia en personas obesas", sostiene Humberto Soriano, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Pediatría. Mientras, Marcela Cosentino, nutricionista de la Clínica Santa María, añade que "el metabolismo del niño con sobrepeso u obesidad es como el de un adulto, ya que empieza a bajar y la grasa se acumula con más facilidad".
Respecto de las causas, los expertos apuntan al sedentarismo y a malos hábitos. "Han cambiado las rutinas de los niños, cada vez salen menos a jugar y eso provoca que tengan una condición física peor", explica María José Ríos, nutricionista del Centro de Tratamiento de la Obesidad de la Red UC Christus. Agrega que "hay que buscar las motivaciones personales de cada niño, ya que ser muy rígido con los que entran a la adolescencia será peor, porque hay un tema con la autoridad".
Hoy, el tiempo que se dedica a la educación física varía de entre dos a seis horas, dependiendo del tipo de establecimiento. Omar Fernández, director de la Escuela de Ciencias de la Actividad Física de la U. de Santiago, dice que el tiempo real que dedican los alumnos al ejercicio en la clase no supera los 10 minutos y que "en esas dos horas se deberían enseñar metodologías y estilos para que éstas sean replicadas en las casas".
El director de Pedagogía en Educación Física de la U. San Sebastián, Patricio Arroyo, destaca que los padres no deben dejarse engañar por el aspecto físico de sus hijos. "Siempre va a ser más saludable un niño gordo que haga ejercicio a uno delgado que no haga nada", y añade que los niños "están en el colegio desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde en inactividad física y después llegan a su casa y siguen inactivos hasta el día siguiente".
Políticas de proyección
Mejorar las estadísticas es la meta que tiene el Ejecutivo. Ya desde junio rige la Ley de Etiquetados, norma que obliga a rotular los productos que son altos en contenidos críticos y prohíbe su venta en colegios, además del uso de "ganchos" comerciales dirigidos a menores de 14 años. "Es parte de las medidas que tendrán un impacto al mediano plazo: que la industria de alimentos mejore sus alimentos, que los quioscos en las escuela ofrezcan buenas alternativas y que la ciudadanía se sume a este cambio cultural", señala Tito Pizarro, jefe de la División de Políticas Públicas del Ministerio de Salud.
Desde el Ministerio de Deporte se trabaja "en la nueva Política de Actividad Física y Deporte 2016-2025, que son desafíos de mediano y largo plazo de los que hay que hacerse cargo", explicó la subsecretaria del Deporte, Nicole Sáez.
Quiroga no descarta mejoras a la educación física: "No sólo se debe trabajar en el número de horas, también se debe analizar el uso de esas horas, ya que es importante que al menos un 50% del tiempo sea destinado a una actividad vigorosa".