Se distinguen por su acento y cordial forma de hablar y su colorida vestimenta. Si bien llegaron hace pocas semanas, los pacientes ya los identifican. Se trata de un grupo de 25 médicos extranjeros que se vinieron a trabajar al Hospital de Linares, la mayoría de ellos venezolanos, además de ecuatorianos y colombianos.
Dentro del grupo hay médicos con distintas especialidades: ginecobstetras, otorrinolaringólogo, cirujano plástico, oftalmólogo, entre otros.
¿Qué los motivó a abandonar su tierra y en algunos casos, incluso, sus familias? Según comentan, la búsqueda de seguridad, así como mejores perspectivas económicas y posibilidad de perfeccionamiento.
El grueso de la comitiva (15 personas) proviene de Venezuela. Algunos ni siquiera se conocían. Si bien echan de menos el sol del Caribe, poco a poco se adaptan al frío y la humedad de Linares.
Uno de estos profesionales recién arribados es el cirujano José Mejías, quien llegó hace dos meses junto a su esposa, la ginecoobstetra Pierina Rosales y sus hijos Isabela (7 años) y Alejandro (2). "No nos arrepentimos de haber venido a Chile. Llegamos acá debido a la situación de inseguridad política y personal que hay en Venezuela. No es fácil ver todas las cosas que pasan y había que pensar en el futuro, y en ese sentido, no es tanto un tema económico, porque no ganábamos mal, yo tengo dos maestrías. Chile y especialmente Linares nos abrieron los brazos y estamos entregando ahora todo lo que hemos aprendido en la facultad", comenta Mejías.
El vino de avanzada en enero para conocer su situación contractual y buscar un lugar para vivir, y luego volvió con su familia.
En lo que se refiere al trato con los pacientes y sus colegas chilenos, "nos ha sorprendido mucho, en verdad, el contacto con la gente; nos agradecen nuestra labor y sentimos esa cercanía a pesar del poco tiempo que llevamos. Además, la calidad humana de los colegas chilenos ha sido muy sorpresiva, son muy acogedores y eso nos ha ayudado mucho a poder desenvolvernos en esta labor", agrega el cirujano.
Mejías indica que "tomamos diferentes turnos y horas no sólo en Linares, sino que también en hospitales cercanos o centros médicos como Talca, Curicó y San Clemente. La verdad es que el clima es muy distinto, pero no nos ha tratado mal en verdad, es un poco frío y amanece muy tarde, eso nos ha llevado a escuchar que nuestros hijos de repente nos digan papá, todavía es de noche quiero seguir durmiendo, y nos cuesta un poco sacarlos de la cama y convencerlos que ya es tarde para irse al colegio", relata el médico venezolano.
El subjefe de cirugía del Hospital de Linares, Osvaldo Palma, valora la llegada de los médicos extranjeros, "sobretodo por su calidad humana y capacidad profesional, se nota en el trato, y muchos poseen maestrías en diferentes especialidades".
Añade que, pese al gran número de profesionales que llegaron, aún hay déficit de médicos en la región. "La verdad es que todavía hay muchas necesidades, por eso son un aporte importante y el usuario así lo ha entendido", afirma Palma.
Este contingente se suma a otros 10 profesionales extranjeros que llegaron hace casi un año a la Región del Maule.