El último Maratón de Santiago reunió a 25.800 corredores, una cifra que sólo considera a los inscritos oficialmente y que revela el alto interés de los chilenos por el evento. Para 2013 se estima que los deportistas bordearían los 30 mil, lo que supone un nuevo desafío para sus organizadores.

"No podemos hacer locuras que afecten a los propios participantes", establece Francisco Riquelme, director de Producción del principal evento de running que se desarrolla en el país, para evitar plantearse objetivos aún mayores.

Si se concretara un aumento explosivo de atletas, deberán mejorarse aspectos relacionados con las condiciones de vialidad. Actualmente, el Maratón de Santiago se corre a través de vías segregada. "Si queremos aumentar los cupos, tendrían que cortar el tránsito totalmente en las calles que comprende el trayecto. En Nueva York, por ejemplo, se hace de esa forma. Por donde pasa el Maratón, no circulan vehículos. Para eso, sería necesaria una colaboración de las autoridades aun mayor que la actual", explica Riquelme.

Categoría Plata

Otra de las aspiraciones para los responsables de la competencia es postular, en el mediano plazo, a la categoría Plata. Para optar a la nueva nomenclatura, que entrega la Asociación Internacional de Atletismo, hay varios requisitos.

En el plano deportivo se exige que los cinco mejores tiempos entre los varones estén debajo de las 2 horas 14 minutos, dos minutos menos que el promedio actual (para las damas el límite es 2 horas y 30 minutos). Como Santiago coincide en el calendario con París, es más complejo contar con los mejores atletas. "Aunque hay 200 africanos que cumplirían el registro", acota Riquelme.

Un corredor de elite cobra unos 15 mil dólares, más traslados y hospitalidad que incluyen a su coach.

También se exige una demarcación azul en todo el trazado y que la carrera sea transmitida por televisión, incluso a nivel internacional.