Poco más de cinco mil profesores de educación básica salieron al mercado, con su título bajo el brazo, en 2007. El 40% de ellos egresó de seis instituciones, que comparten una característica común: no haber logrado su acreditación de calidad o tenerla por sólo dos años, el mínimo que, hasta ahora, ha otorgado la Comisión Nacional de Acreditación (CNA).

Según los datos emanados del Sistema de Información de Educación Superior (Sies), herramienta elaborada por el Ministerio de Educación y que cuenta con datos del 99,5% de las instituciones, los planteles Arturo Prat y Las Américas (acreditados por dos años), y las universidades Adventista, Arcis, Utem y del Mar, cuya certificación fue rechazada, formaron a dos de cada cinco profesores que se integraron a las aulas del país en 2007.

Son más de dos mil nuevos profesionales, que egresaron de casas de estudio que no garantizan una formación ceñida a los estándares que se han definido como aceptables, para el caso de las que no se acreditaron; o que, si bien cumplen con lo mínimo, deben mejorar en el corto plazo.

Algunos de ellos, según el diagnóstico de la CNA, no ofrecen garantías de estabilidad económica, tienen demasiadas sedes o pocos profesores para el volumen de alumnos, lo que impacta en el trabajo futuro de los docentes. "Eso repercute en la forma en que se enseña y perjudica a los escolares, que parten con una mala base de aprendizaje", señala Carmen Sotomayor, investigadora de la U. de Chile.

La situación no es tan crítica en enseñanza media. Sotomayor señala que la carrera de Pedagogía Básica tiene mayor empleabilidad, por tanto, es más interesante de impartir. Además, tiene un menor costo.

A la escasa acreditación de los planteles, se suma la baja exigencia que tienen en los puntajes de ingreso: en la Universidad Arturo Prat, que tituló a casi uno de cada cinco egresados en 2007, el último matriculado tuvo 475 puntos. En la Universidad Adventista, en cambio, el último en ingresar lo hizo con 321 puntos, según los datos de Indices 2009. Y en la U. del Mar, en sus 16 programas de Pedagogía Básica, el último ingresado fluctúa entre los 400 y 500 puntos. Los otros planteles no informaron sus puntajes.

Mario Navarro, director de la sede Santiago de la U. Arturo Prat, señala que este año entrarán nuevamente en el proceso de acreditación del plantel y que las carreras de Pedagogía también están en proceso de certificación. Incluso aquellas que son programas especiales, es decir, que forman a personas que ya trabajan o que tienen estudios superiores incompletos.

A pesar de que la acreditación en Pedagogía es obligatoria, sólo 11 planteles cuentan con este requisito.

EDAD DE TITULACIÓN
Otro de los temas que arrojan las cifras de Sies es la edad de egreso de los profesores. Esta es una de la más altas del sistema, con un promedio de 29 años (ver recuadro). Aunque puede haber varias causas para explicar este fenómeno, el que existan carreras especiales de Pedagogía, que reciben, por lo general, a gente mayor, parece ser la respuesta más obvia: en Chile existen 26 programas especiales de Pedagogía Básica, que cuentan con 12 mil alumnos y que no exigen la PSU.

Uno de los planteles que ofrece este formato es la Utem, que además no está acreditada. Ellos titularon al 6% de la cohorte 2007.  Otra explicación está en las carreras vespertinas, que también matriculan a personas mayores. Un ejemplo es la U. de Las Américas: de los 10 programas que imparte, cinco son nocturnos.

El llamado a los postulantes, por ahora, es a fijarse en los planteles y las carreras acreditadas. "Si yo fuera estudiante, me iría a una Pedagogía  acreditada y por la mayor cantidad de años", dice Sally Bendersky, jefa de la División de Educación Superior del Mineduc.  No es un problema de costos: en pedagogías básicas acreditadas, como las de la U. Metropolitana de Ciencias de la Educación, el valor de la carrera es el mismo que en la U. Adventista: un millón 300 mil pesos.

TITULADOS A LOS 30 AÑOS
Un abogado se titula, en promedio a los 30 años. Un profesor, a los 29. Y un ingeniero forestal a los 28. Tomando en cuenta que el ingreso común es a los 18 años, es probable que muchos de estos profesionales pasen más de diez años en las universidades antes de obtener el tan preciado "cartón". No sólo en estas carreras, sino en el total del sistema, la edad es elevada: en promedio un profesional universitario está titulándose a los 27,5 años.

"Además de la duración de las carreras, puede haber otras razones: que existan demasiados programas vespertinos en estas carreras o que sean estudiantes que vienen de otras carreras", dice Sally Bendersky. En pedagogía, lo de los programas vespertinos puede aplicarse. En derecho, también: el 34% de las carreras es vespertina. Pero en Ingeniería Forestal, los seis programas existentes son diurnos y duran 10 semestres.