Las autoridades mexicanas registraron el nacimiento de 42,2 millones de tortugas golfina, laúd y lora en la última temporada de anidación 2010-2011, informó hoy la Secretaría de Agricultura (Semarnat) de México.
El organismo indicó en un comunicado que las labores de conservación de tortugas, que incluyen la protección de las hembras, sus nidos y la liberación de las crías son encabezadas por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) en 33 playas de anidación.
Diez de esas playas de desove son áreas naturales protegidas (ANP), tres se ubican dentro de las denominadas reservas de la biosfera, 15 son sitios Ramsar por su importancia como humedales internacionales y el resto se ubican en zonas sin protección especial, detalló la dependencia.
En el santuario La Escobilla y en la playa Morro Ayuta, en el sureño estado de Oaxaca, tuvieron lugar este año 1,2 millones de anidaciones de tortuga golfina y 23,3 millones de crías fueron liberadas.
Para la población de tortuga lora se registraron en cambio 20.574 nidos en el estado de Tamaulipas y 534 en Veracruz, y en total fueron liberadas 18,9 millones de crías en esas dos regiones.
"La cifra de anidación de la última temporada crece, por lo que se podría considerar que la población se encuentra en camino a la recuperación", señaló la Semarnat.
Para el caso de la tortuga laúd, una de las más amenazadas en México, las autoridades contabilizaron en total 615 nidos, principalmente en las costas de los estados de Michoacán, Guerrero y Oaxaca.
En esos estados, la Conanp liberó al mar 15.414 crías de esa especie.
Sin embargo, la Semarnat calcula que en toda la costa del Pacífico mexicano hubo en la temporada de anidación 2010-2011 alrededor de 1.647 nidos de tortuga laúd.
México es hogar de distintas variedades de tortuga como la verde, carey, caguama, blanca, negra y laúd.
Los principales peligros a los que se enfrentan las tortugas en México son la invasión de su hábitat (playas) por parte del hombre, la pesca incidental, la depredación de sus nidos por algunas comunidades que todavía consumen su carne y huevos, y las lesiones que sufren algunos ejemplares por los motores de las embarcaciones.
Desde abril de 2006 México prohíbe la captura con fines comerciales o de subsistencia de las tortugas.