A un mes y medio de que el Papa Francisco aterrice en Chile, en su visita del próximo 15 al 18 de enero, la organización del evento ya entra en su fase final. Hoy, por ejemplo, terminó por completo el proceso de inscripción de voluntarios. Y, según informaron desde la Comisión Nacional para la Visita, se logró convocar a más de 19 mil personas, quienes ayudarán en distintos aspectos de la gira en Santiago, Temuco e Iquique. Con eso, se superó la meta inicial que la Iglesia se había propuesto, de 15 mil voluntarios.
En total se inscribieron 18.565 personas residentes en Chile. De ellos, 13.862 lo hicieron en Santiago, 3.336 en Temuco, 1.191 en Iquique, y 176 sin una ciudad específica. A esa cifra, se le sumarán 860 voluntarios que se anotaron desde el extranjero para venir a ayudar durante los días de la visita.
El director del área de voluntariado, Ronald Bown, explicó que se alcanzó la meta para las tres ciudades. "En Santiago habíamos cerrado el proceso hace dos semanas, porque ya teníamos alcanzada con creces la meta definida. Originalmente buscábamos llegar a 11 mil voluntarios en la capital, pero cuando superamos los 13 mil, decidimos terminar la inscripción", explicó.
En Iquique y Temuco se había decidido extender un poco más el proceso, para permitir que se siguiera inscribiendo gente. "Los números fueron creciendo y ahora ya nos quedamos tranquilos con esta cantidad de voluntarios. La meta para Iquique era de mil voluntarios y para Temuco de tres mil. Hoy, entonces, cerramos el proceso por completo, y podemos decir que superamos los 19 mil voluntarios", dijo Bown.
La convocatoria comenzó a inicios de septiembre, a través del sitio web oficial de la visita apostólica. Para inscribirse sólo se requería contar con segundo año de enseñanza media. Según explicó Bown, entre los voluntarios inscritos "la diversidad es total. Al no haber puesto casi ninguna restricción, tenemos voluntarios de todas las edades, ciudades y diócesis del país. Nos propusimos que fuera un reflejo fiel de lo que es la Iglesia que quiere el Papa Francisco, que es inclusiva y donde no se le prohíbe el ingreso a nadie".
Pese a que cualquier persona podía anotarse, una de las condiciones era que siempre fuera a través de alguna institución de la Iglesia, como una parroquia, pastoral, colegio o movimiento.
"Esto se hizo pensando en el legado que tendrá la visita, en el sentido de que cuando el Papa deje el país, los voluntarios hayan quedado contactados por alguna institución de la Iglesia por si quiere seguir participando en ella", dijo el director.
Dentro de la convocatoria, hay varias personas que viajarán desde otros países. "Son más de 800 voluntarios inscritos desde el extranjero, los que llegarán principalmente de Argentina y Bolivia", informó el director, quien añadió que para capacitarlos se les ha ido enviando material por medio de correo electrónico.
"Por ahora, la idea es que se vayan autocapacitando, pero después, en fechas cercanas a la visita, tendremos un centro de acogida en Maipú para extranjeros y chilenos que vienen de provincia, por lo que ahí habrá una capacitación exprés para aquellos que por motivo de vivir fuera no han podido hacerlo", dijo.
En el caso de los voluntarios residentes en Santiago, Iquique y Temuco, y otras ciudades grandes del país, las capacitaciones ya han comenzado. Para ello se definió un coordinador en cada institución que ha ido realizando las asistencias desde octubre pasado.
Al momento de inscribirse, cada persona tenía que indicar la ciudad a la que pertenecía y dónde le gustaría ejercer de voluntaria. "Por eso tenemos todas las combinaciones, personas de Santiago que eligieron ser voluntarios en Iquique o en Temuco, y viceversa", dijo Bown.
El rol en la calle
Ahora que ya se cerró el sistema de inscripción, el área de voluntariado de la comisión se enfocará en entregar a cada una de las personas el rol específico que deberán cumplir durante la visita. Se explicó que para los voluntarios se han definido 20 encargos, los cuales se encuentran divididos en seis roles.
"El primero es el de la oración. Ese es uno de los más importantes y es algo que pedimos desde que se inscriben", dijo el director. Pero, además, se les ha encomendado la animación, lo que se entiende como "lograr ese ambiente que se produjo cuando vino el Papa Juan Pablo II, de unidad, de salir a las calles y de alegría".
Por otro lado, se encuentran las áreas de desplazamiento y de acceso, en que los voluntarios deberán estar en las calles, organizando a la gente cuando pase el Papamóvil por las distintas ciudades y en las entradas a cada una de las actividades masivas.
"También tenemos el área de logística, en la que los voluntarios apoyarán en las actividades del Pontífice en aspectos como primeros auxilios, cuidado de personas con discapacidad, y a dejar el lugar lo más limpio y ordenado posible", se informó.
Por último, está el área de liturgia, en la cual las personas trabajarán ayudando a los sacerdotes que estarán entregando la comunión durante las misas masivas.