Más de 240 días lleva esperando la mexicana Liverpool que la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif) autorice el ingreso al Banco Ripley para lanzar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) de acciones por hasta el 100% de Ripley, en un mínimo de US$ 300 millones. Sin embargo, el organismo dirigido por Eric Parrado aún no emite un pronunciamiento definitivo.

Los plazos apuran para la transacción. La mexicana llegó a un acuerdo con la familia Calderón Volochinsky -actuales controladores de Ripley- el 5 de julio del año pasado, para lanzar en 120 días la OPA pagando $ 420 por acción, e ingresando al 10% de la propiedad del Banco Ripley. Ese plazo venció y en diciembre del año pasado ambas partes tuvieron que renovar con una nueva fecha límite, fijada para el 30 de abril de 2017.

La Sbif ha solicitado documentación legal y societaria a los dueños de Liverpool, la que ha sido entregada al regulador por los equipos legales chilenos y mexicanos, en un proceso que inicialmente fuentes de la misma Sbif señalaron duraría cerca de dos meses.

Las opciones que barajan los asesores legales y financieros de la operación es pedir, este viernes como máximo, una nueva prórroga esperando a la Sbif, o incluso, dejar sin efecto los plazos acordados en un principio, aunque manteniendo la solicitud en las oficinas de Parrado.

El precio

Sin embargo, una vez tengan el permiso de la Sbif, vendrá un proceso no menor para Liverpool al tener que revalorizar la OPA, lo que, de resultar muy costoso y con menores opciones de éxito, podría sepultar definitivamente su ingreso a Ripley, comentan fuentes al tanto de la operación.

El 5 de julio del año pasado, la mexicana ofreció pagar $ 420 por cada acción. Ese día, cuando la acción cerró en $ 334,5, la oferta significaba un premio de 25% a quienes acudan a la operación. Pese a ello, los resultados positivos de la empresa y el aplazamiento de una definición del regulador que llevó a algunos a apostar con más fuerza, hicieron que el precio subiera 49% respecto a ese día. Ayer, el título del retailer cerró en $ 497,67. Si antes los $ 420 significan un premio de 25%, ahora representan un castigo de 16%.

"El mercado sigue apostando por el deal, por eso subieron el precio de la acción. Ahora hay que esperar que después del proceso burocrático, Liverpool mejore su apuesta de manera considerable", dice un alto ejecutivo de la industria, y que representa a una corredora que participa en la propiedad de Ripley.

Sin embargo, sobre este punto ha habido hermetismo total desde México hacia los demás accionistas en Chile, salvo por las conversaciones informales que siguen entre asesores y Liverpool y los Calderón Volochinsky directamente.

El otro escollo que aún no está subsanado es si la familia Calderón Kohon, liderados por Débora Calderón, actual directora de Ripley, acudirá a la OPA. En un principio, se habló que el precio de $ 420 por acción era poco atractivo. Hoy, con la acción rozando los $ 500, lo es menos. Por lo mismo, para destrabar la operación será clave saber en cuánto eventualmente revaloriza Liverpool la OPA, dice un conocedor de las tratativas.

La mexicana puso como condición de éxito que al menos el 25% de los accionistas vendan. Sin embargo, por el acuerdo, los Calderón Volochinsky no pueden vender más del 50%.El resto de la propiedad se reparte entre el 12% de los Calderón Kohon y 35% entre AFP, corredoras, gestoras de fondos y personas naturales.

NEG accion ripley