La obesidad es un factor de riesgo cardiovascular, que no solo se nota en la subida de peso o el Índice de Masa Corporal (IMC), sino, sobre todo, en la circunferencia de cintura, su mayor amenaza. Reducirla, por lo tanto, es la estrategia más efectiva para disminuir tanto la hipertensión, como la diabetes y el síndrome metabólico.
Así lo comprobaron investigadores de las universidades de Concepción, Austral, San Sebastián y del Biobío, además de la U. de Newcastle y de Glasgow, en Reino Unido, que analizaron los datos de 5.157 participantes del a Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2009-2010 y compararon el impacto que tiene en la salud una baja de 5% en el peso, la disminución en el mismo porcentaje del IMC y la circunferencia de cintura.
Los resultados indican que en el primero, por cada 5% menos de peso corporal el riesgo de hipertensión arterial se reduce entre 8% y 9%, el de diabetes tipo 2 (9%-11%), el riesgo metabólico (23%-30%), colesterol HDL (13%), triglicéridos elevados (16%-18%) y colesterol alto (8%-10) en mujeres y hombres. Similares resultados arroja reducir el IMC en 5%, pero por cada 5% menos de perímetro de cintura el riesgo de hipertensión arterial en mujeres y hombres, respectivamente, disminuiría en 22% y 25%, en diabetes 21% y 23%, síndrome metabólico 36% y 40%, HDL en 13% y 18%, triglicéridos elevados 25% y 24% y colesterol total elevado 15% y 16%.
Carlos Celis, investigador del Instituto de Ciencias Médicas y Cardiovasculares de la U. de Glasgow, explica que hoy se sabe que la grasa acumulada en la zona abdominal o alrededor de la cintura (conocida como obesidad central) se asocia a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares que la grasa acumulada en piernas o brazos (grasa periférica o subcutánea), pues se distribuye alrededor de los órganos internos, causando alteraciones metabólicas y procesos inflamatorios que tienen un efecto negativo en la salud cardiovascular. "En cambio, el IMC es más bien un indicador general que nos informa si nuestro peso corporal está dentro de los límites de normalidad en relación con nuestra estatura, sin hacer referencia a los sectores donde se encuentra almacenada la grasa corporal", dice. Por ello, las intervenciones orientadas a reducir la obesidad central producirán beneficios importantes.
La estrategia para disminuir la cintura, dice, es la misma que para bajar de peso: alimentación adecuada y ejercicio. "Si bien puede que tu peso corporal no se modifique mucho durante los primeros meses, el perímetro de cintura sí lo hará", sostiene.
De acuerdo con Celis, una reducción de 5% de peso corporal (equivalente a 3,8 kg) o perímetro de cintura (equivalente a 4,8 cm), si bien parece modesta, podría rebajar el riesgo de desarrollar diabetes e hipertensión en 10%.
"A nivel clínico estos resultados podrían ser usados para diseñar planes de reducción de peso orientados a lograr una disminución del 5%, que es más factible de alcanzar en el corto o mediano plazo y que, como comprobó este estudio, ofrece beneficios muy importantes en la reducción del riesgo cardiovascular", enfatiza.