Casi medio centenar de empresas, entre las que se encuentran los grupos de distribución Carrefour, Casino, Alcampo, Eroski o Delhaze o el gigante del mobiliario Ikea, se comprometieron a no comercializar atún rojo hasta que se recuperen los caladeros, informó hoy la organización ecologista WWF.

El Manifiesto del Mercado del Atún establece que parte del sector comercial "dará un respiro al atún rojo" hasta que su pesca sea sostenible, agregó WWF, que hizo público el texto durante la reunión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) de París, donde se negocian las capturas de esa especie para 2011.

Los ecologistas, que han desplegado una persistente campaña mediática en torno a la negociación, reclaman que la actual cuota de 13.500 toneladas anuales se reduzca, al menos, a la mitad, el próximo año.

El responsable de WWF en la reunión de la ICCAT, Sergi Tudela, aseguró en un comunicado que "el negocio global apoya una pesca sostenible, por lo que cada vez más agentes están rechazando comerciar con el amenazado atún del Atlántico y Mediterráneo" o atún rojo.

En la misma línea se expresó el gerente de calidad de Carrefour, Hervé Gomichon, quien señaló que la empresa a la que representa no venderá esa especie hasta que su pesca se gestione de una manera que permita al atún rojo recuperar sus poblaciones.

No obstante, no precisó qué pérdida económica representa la decisión para el grupo de distribución.

Japón, el mayor consumidor de atún rojo del mundo, acapara cerca de un 80 por ciento de cuota de mercado.