Un 51% de los padres, madres y apoderados encuestados en la Región Metropolitana considera decisivo el perfil de la educadora –en materia de buen trato y competencia profesional- al momento de elegir una sala cuna o un jardín infantil para sus hijos o hijas; un 21% se fija en la seguridad, para prevenir accidentes; un 20% en los contenidos educacionales de calidad y un 17% en una infraestructura adecuada a nivel de muros, techos, pisos, salas y patios.

Las cifras fueron entregadas por la Superintendencia de Educación en el seminario "Todos tejemos la ronda: Primera Infancia con reguardo de derechos", que se realizó en el Edificio Moneda Bicentenario, y que contó con la participación de la subsecretaria de Educación Parvularia, María Isabel Díaz; del superintendente de Educación, Alexis Ramírez; de la intendenta de Educación Parvularia, Priscila Corsi, y del escritor Jorge Baradit.

El sondeo –elaborado por la consultora Activa Research- se aplicó entre el 23 de agosto y el 7 de septiembre en 102 salas cunas y jardines infantiles, y consideró un total de 1.280 encuestas aleatorias y presenciales.

Infraestructura y discriminación

Ante la consulta respecto de cuán satisfechos están los padres, madres y apoderados con los establecimientos de educación parvularia al que asisten sus hijos e hijas, el 93% los evaluó con notas de 6 a 7, en las áreas de material didáctico, mobiliario y equipamiento, infraestructura y seguridad e higiene. El 6%, lo hizo con un 5 y solo un 1% los calificó con notas de 1 a 4.

A los 440 encuestados, de los 1.280, que evaluaron con un 6 o menos a su sala cuna o jardín infantil, se les consultó qué le faltaría al establecimiento para ser calificado con nota 7. En este ítem, un 36% mencionó la temática de infraestructura, señalando la necesidad de introducir mejoras a nivel de patios, especialmente en techos; ampliación de salas y mantención de las instalaciones. En los lugares siguientes se ubicaron los planes educativos, con un 24%, donde la demanda fue más material didáctico, más juegos y más actividades extraprogramáticas, y una mayor seguridad en el establecimiento, en el entorno y en los controles de entrada y salida (22%).

En paralelo, un 98% aseguró no haber vivido ni conocido casos de discriminación en su sala cuna o jardín infantil, a diferencia de un 2% que afirmó haberlas vivenciado. De ellos, un 24% las asoció a discapacidad física o intelectual, un 22% a la condición de inmigrantes, un 18% a situaciones familiares y otro 18% a apariencia física.

En una línea similar, un 96% de los encuestados sostuvo no haber vivido ni tenido conocimiento de casos de maltrato, versus un 4% que aseguró lo contrario. De estos últimos, un 50% dijo que éste obedeció a maltrato físico de adulto a niño/a y un 32% a maltrato psicológico de adulto a niño/a.

En relación a los reglamentos y protocolos para actuar y prevenir estas prácticas, el nivel de conocimiento más alto se registró en los protocolos en caso de accidentes (83%) y reglamento interno (79%). El menos conocido fue el de maltrato (66%).

Superintendencia de Educación

Los padres, madres y apoderados expresaron, a su vez, la necesidad de contar con un órgano del Estado que fiscalice el funcionamiento de las salas cunas y jardines infantiles, punto en el que un 89% consideró "muy importante" la existencia de esta instancia.

El porcentaje fue valorado por el superintendente de Educación, Alexis Ramírez, entidad que desde el 1 de marzo de este año está encargada de fiscalizar y recibir las consultas y denuncias de la Educación Parvularia, lo que implica una ampliación de sus facultades.

"Estamos incorporando el concepto de calidad de la educación y el resguardo de derechos desde la primera infancia, con espacios educativos inclusivos, no discriminatorios, seguros y de buen trato", dijo, al resaltar la importancia de "visibilizar hoy a los niños y niñas como sujetos de derechos y con autonomía progresiva".

Basado en estos principios, hizo ver que el rol fiscalizador de la Superintendencia se sustenta en un Modelo con Enfoque de Derechos.

"La fiscalización es una herramienta al servicio de la calidad de la educación. Por ello, su foco está puesto en la protección de los derechos educacionales, en los bienes jurídicos educativos y en la mejora continua de los establecimientos, con acciones de acompañamiento y capacitación en salas cunas y jardines infantiles", afirmó.

En esta línea, la intendenta de Educación Parvularia, Priscila Corsi, sostuvo que para proteger los derechos de los niños y niñas de este nivel, los establecimientos deben contar con espacios educativos seguros, en materia de infraestructura, seguridad y salud; con personal idóneo y ambientes bientratantes.

"Este concepto va más allá del buen trato. Implica un enfoque sistémico, que apunta a generar espacios y oportunidades para el ejercicio de los derechos de los niños y niñas, condición esencial para los procesos educativos de calidad", aseguró, al enfatizar que "para ello los establecimientos deben contar con reglamentos internos y protocolos de actuación, que permitan prevenir malas prácticas y actuar ante situaciones complejas".