558 presos mueren en la cárcel en los últimos cuatro años

En 2013, una mujer de 19 años que llevaba 241 días recluida  en el Centro de Detención Preventiva (CDP) de San Antonio, en la Quinta Región, por el delito de violación de morada, murió al interior de la cárcel luego de sufrir agresiones por parte de otras internas.

Su caso no es aislado. A través de un requerimiento presentado por La Tercera, mediante Ley de Transparencia, Gendarmería hizo un catastro del total de reos muertos en penales del país entre 2011 y 2014. El resultado: 558 internos fallecidos en cuatro años.

El análisis incluyó a presos que cumplían condenas y también a quienes estaban en prisión preventiva. Además, el informe estableció sus edades, delitos que habrían cometido, penales donde estaban internos al momento de fallecer, tiempo que llevaban en prisión y causas de muerte.

De acuerdo al balance, la principal razón de los fallecimientos fueron las enfermedades, con un total de 273 muertos en cuatro años (ver infografía). Este punto representa el 49% de las defunciones de los reos.

La segunda causa es la riña o agresión entre internos (192), la cual aumentó entre 2013 y 2014 de 37 a 61 casos. Y la tercera razón de muerte más habitual es el suicidio (79), llegando a 12 casos el año pasado.

Sobre las muertes por enfermedades, el coronel Carlos Muñoz, subdirector operativo (S) de Gendarmería, dijo que "generalmente los internos vienen con patologías desde el exterior y estas son pesquisadas cuando se les hace un examen de salud al ingresar al penal". En cuanto a cuáles son las  patologías que más afectan a los reos, señaló no poseer el detalle. "Tenemos la obligación de derivarlos a centros hospitalarios públicos cuando hay alguna complicación", dijo.

Ana García, encargada en el Ministerio de Salud de trabajar en la introducción de mejoras en la atención de salud de las personas privadas de libertad, señaló que "hay un camino por recorrer para brindar mayor integralidad en la atención que se da a estos pacientes y mayor cobertura en términos de prevención, promoción y detección temprana de brotes de infecciones,  para transitar hacia ambientes más saludables para la población penal". Aseguró que "por esta razón, se ha establecido una mesa de trabajo entre los ministerios de Salud y Justicia, con la participación de Gendarmería, con el objeto  de ampliar el convenio de atención de salud  que data de 2012 y construir así una política de salud pública en relación a estos recintos".

Consultado por cuáles son las medidas que ha tomado Gendarmería para evitar las muertes por agresión, el coronel Muñoz dijo que "nos hemos esmerado en buscar todas las instancias para disminuir los fallecimientos de internos por riñas. Y eso está contemplado en las acciones preventivas de allanamientos diarios en las unidades de todo el país para requisar armas blancas".

De acuerdo a las cifras, la cárcel con más reclusos fallecidos es el CDP Santiago Sur. Este recinto es definido por César Pizarro, presidente de la organización 81 Razones para Luchar, de familiares de las víctimas del incendio en el penal de San Miguel, como una cárcel "donde los problemas se arreglan a cuchillazos".

Tras analizar las cifras, desde el Ministerio de Justicia adelantaron una serie de trabajos para mejorar la calidad de vida de los internos. Una de las iniciativas contempladas para bajar las muertes en riñas es que "se están elaborando planes de segmentación regional, donde se está trasladando a internos agresores a otros establecimientos penitenciarios. Se han hecho cartillas a los internos donde se muestran las graves consecuencias para ellos (nueva condena, traslados, imposibilidad de acceder a beneficios intrapenitenciarios, etc.)", señalaron desde la cartera. En tanto, respecto de que la principal causa de muerte se deba a la salud de los internos, la cartera informó que "se pasó de tener una Unidad de Salud a un Departamento de Salud (en Gendarmería), con mayores recursos de profesionales".

Fernando Martínez, investigador del Centro de Estudios de Seguridad Ciudadana de la U. de Chile, señaló que de acuerdo a las cifras de un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de 2011, "Chile es el país que en el período 2005 a 2010 ocupó el segundo lugar de América Latina con la mayor cantidad de muertes violentas en la región, después de Venezuela, que aparece como un país muy disparado en la cantidad de muertes violentas (1.866). Chile aparece con 203. El tercer lugar lo ocupa Ecuador; el cuarto, Colombia, y en quinto lugar, El Salvador".