"Que tus papás te financien las vacaciones es lo mejor. Sólo tienes que pensar en pasarlo bien, ver dónde irás a carretear y, por último, si se te acaba el presupuesto les pegas una llamada a tus viejos y te socorren", dice Héctor (23). El verano de 2009 viajó con su hermana y su mejor amigo a Chiloé, gastó cerca de 200 mil pesos y del sudor de su frente no salió ni un peso, porque al igual que el 64% de los universitarios chilenos, sus padres financiaron su descanso. Esa es una de las conclusiones de un sondeo online realizadao por la Universidad de Talca a 300 jóvenes de nivel socioeconómico ABC1 y C2, de entre 18 y 25 años.

Y aunque cerca del 30% realiza trabajos temporales o de verano para sumar dinero a sus vacaciones, no dejan de recibir la mesada familiar. ¿Por qué? "Esta es la generación de los sobreprotegidos", dice Marcela Castro, investigadora de la U. de Talca, quien comenta que tanto en los jóvenes acomodados y de clase media no existe la cultura de los universitarios que trabajan y estudian al mismo tiempo. "Trabajar no es parte de su formación y para los papás es una gracia que lo hagan, pero no se lo exigen".

Otro dato: un 1% reconoce  que sus parejas les financian las vacaciones. Castro dice que en esta muestra las beneficiarias son mujeres y que allí también hay un factor cultural "que uno podría pensar está desaparecido en este grupo etario, pero que está todavía".

MOTIVACION
Como viajar en verano es una característica social de la mayoría de los jóvenes (93,8% ha salido de vacaciones en los últimos dos veranos) y la diversión es lo que más buscan en esas semanas (93% lo prefiere, por encima de la geografía o la infraestructura del lugar), es natural que un 63% salga con su grupo de amigos y un 23,7% con su pareja.

"La motivacion de los jóvenes es el carrete. Es obvio que no salen a descansar, aunque necesiten hacerlo. Lo que buscan es entretenerse al máximo en los 15 días que salen", dice la investigadora de la U. de Talca.

¿Tiempo para actividades pasivas? Sí, pero no son las principales: un 37% reconoce leer libros, un 67% ver TV y un 48% estar algunos días con la familia. Y sólo un 6% destina parte de su tiempo para trabajos voluntarios. "El bien entendido veraneo es para pasarlo bien y esa es su única preocupación", concluye Castro.