Aunque pueda parecer obvio, no es menor que el 65,1% de los trabajadores por cuenta propia se desempeñan de manera informal, es decir, no tienen inicio de actividades en el Servicio de Impuestos Internos (SII). Esto según la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) 2017, del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Entre los cuenta propia informales el 54,1% son hombres, versus el 45,9% de mujeres. En este grupo, el 92,1% no cotiza en el sistema previsional y sólo el 7,9% realiza su aporte en el sistema de salud o de pensiones. Del total de ocupados, el 21% son cuenta propia.
De acuerdo con la ESI, el 34,9% de quienes se califican como cuenta propia posee una ocupación formal, de los cuales el 40,4% son mujeres y 59,6% son hombres. De éstos, sólo el 30,8% cotiza tanto para la salud como para la previsión futura, mientras que la mayor cantidad (69,2%) opta por no contar con ningún tipo de seguro. Un 49% de los cuenta propia trabaja una cantidad menor o igual a 30 horas habituales a la semana. De ellos, 34,7% del total se encuentra en la categoría 11 a 30 horas. La mayoría de los trabajadores (35,1%) se ubica en la categoría 44 y más horas, alcanzando ingresos medio y mediano de $445.775 y $319.724, respectivamente.
Sectores económicos. Por sector económico, el rubro que tiene más trabajadores por cuenta propia es comercio con 28,5%. De ese total, la mayor proporción es de mujeres con un 34,4%. Le siguieron las ramas industria manufacturera (15,1%) y otras actividades de servicios (10,8%).
En otro ítem que aborda la ESI se muestra que la mayor proporción de trabajadores de esta categoría (21,7%) realiza sus labores en la calle o vía pública, percibiendo ingresos medio y mediano de $293.292 y $240.380, respectivamente. Asimismo, los trabajadores por cuenta propia que obtuvieron los mayores ingresos medio y mediano fueron los que realizaron labores de instalaciones u oficinas propias con $582.008 y $400.000, respectivamente.
Expertos. Estos números revelan un alto nivel de vulnerabilidad de personas que no tienen ningún tipo de contrato de trabajo. Es más, precisa el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado, Mauricio Tejada, la situación se torna más alarmante cuando se calcula de acuerdo al decil de ingresos: "El decil más bajo de ingresos es el que tiene más cantidad de trabajadores por Cuenta Propia, y la mayor cantidad de informales, como son los que venden en la calle".
No se sorprende de que las mujeres registren las mayores tasas de informalidad, ya que explica que en general ellas buscan trabajos con horarios más flexibles, y prefieren actividades que le otorguen remuneración, pero sin una jornada restrictiva.
Aún así, Chile es el país de la región que ostenta los niveles más bajos de informalidad comparada con Colombia, Brasil o México que mantiene entre 40% a 50% de sus trabajadores en esta categoría, o con Bolivia donde el 70% de la masa laboral no posee contrato ni menos paga el seguro social. "La informalidad en Chile es relativamente baja como tasa global, ya que es menor el 30%, concretamente 28,7% fue el último dato, tasa que está entre las más bajas de Latinoamérica", indica Tejada.
No obstante, el académico acota que los trabajos por cuenta propia pueden ir descendiendo si la economía crece con mayor vigor, ya que recuerda que este tipo de empleo tiene más peso cuando el dinamismo es menor. "El trabajo por cuenta propia es un fenómeno bien cíclico, porque cuando la economía no crece y se pierde el empleo, la gente busca alguna actividad para hacer, y eso se evidenció los años anteriores. Ahora con la migración es posible que también se observe un aumento del trabajo informal", comenta.
Carolina Grünwald, de Libertad y Desarrollo (LyD) añadió que "el trabajo por cuenta propia es en términos generales precario, ya que no sólo no inician actividades en el SII, por lo que no hay registro de sus ventas, sino que tampoco cotizan por lo que no acceden a la seguridad social".