La extrema izquierda francesa le está haciendo pasar un mal rato al candidato socioliberal, Emmanuel Macron. Esto, porque nada menos que el 65% de los partidarios del ex aspirante de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon (19,5% en la primera vuelta), decidió que no votará por el ex ministro de Economía del gobierno de Francois Hollande en el balotaje de este domingo.
Así lo reveló una consulta interna del partido de Mélenchon realizada a través de internet entre 243.129 seguidores luego de la primera vuelta del 23 de abril, que estableció que el 36,1% se pronunció a favor del "voto blanco o nulo, un 29% por la abstención, mientras que el 34,8% apoyará a Macron.
El voto para el Frente Nacional de Marine Le Pen estaba excluido entre las alternativas. Sin embargo, un sondeo diario de Ifop, reveló que el 13% de los votantes de Mélenchon están listos para votar por la candidata de extrema derecha. Otra encuesta, de Elabe, eleva ese apoyo a 23%.
El partido de Mélenchon afirmó que "no se trataba de dar una consigna de voto, pero sí reflejar la opinión de los insumisos sobre su opción en la segunda vuelta" de los comicios.
Mélenchon que llegó cuarto en la primera vuelta y que logró 7 millones de votos ha sido muy criticado por no aconsejar a sus partidarios sobre cómo votar en el balotaje. Aunque tanto él como su equipo han insistido que ningún sufragio debe ir a Le Pen, en ningún caso respalda a Macron. Esto contrasta con la posición que adoptó el candidato de derecha, Francois Fillon (20%) y el aspirante socialista, Benoît Hamon (6,4%), quienes llamaron a apoyar a Macron tras la primera vuelta.
"Voy a votar, pero por lo que voy a votar no lo voy a decir. No tienes que ser un gran académico para adivinar lo que voy a hacer. ¿Hay alguna persona entre ustedes que duda que no voy a votar por el Frente Nacional? Todo el mundo lo sabe", dijo Mélenchon por YouTube.
Tanto el favorito Macron, que sumó en la primera ronda un 24,03%, como Le Pen (21,3%) tienen un interés estratégico en los partidarios de Mélenchon. Así, no es de extrañar que ambos se hayan enfocado en conquistar el voto de la extrema izquierda. Esto, además, mientras las encuestas revelan día a día una caída en la intención de voto de Macron y un alza en el apoyo a Le Pen. Eso sí, la diferencia aún es considerable. Hoy, el ex ministro cuenta con una intención de voto de 59%, pero hace una semana tenía 63%. A su vez, Le Pen tiene ahora un respaldo de 41%, mientras que hace una semana su intención de voto llegaba a 37%.
En un discurso realizado con motivo del Día del Trabajador, Le Pen instó a los franceses a "bloquear las finanzas, la arrogancia, al rey dinero", acusando a su rival de ser "el candidato del sistema", por haber trabajado en la banca y haber sido ministro de Hollande.
La candidata del Frente Nacional ha suavizado la imagen de su partido e incluso se encuentra apartada del liderazgo de la colectividad hasta que se termine el proceso electoral. De esta manera se presenta como la candidata "del pueblo y los obreros".
El lunes, una polémica rodeó a la candidata por su nuevo discurso, en el que elogiaba a Francia, ya que al menos cuatro pasajes estaban calcados de una declaración de hace 15 días de Fillon.
Macron, por su parte, no se ha quedado atrás. Lanzó su campaña hace una semana en la localidad de Amiens, su ciudad natal en el norte de Francia, desde una fábrica en crisis. Vistiendo de terno, se reunió con los líderes de los sindicatos. Sin embargo, cuando estaba en medio de la actividad llegó Le Pen y se reunió con los trabajadores.
Además, en un acto también por el 1 de mayo, criticó a su contendora. "El proyecto de la extrema derecha es la violencia contra los opositores políticos, es la reducción de las libertades, la negación de las diferencias. ¡No lo olviden nunca!", insistió en París ante 12.000 militantes. Macron, eso sí, recibió el respaldo de los referentes en Europa de la izquierda radical, como el ex ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis. Hoy, Macron y Le Pen se verán las caras en un debate televisivo.