68% de las comunas sobrepasan cuota de patentes de alcoholes

El Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) comenzó hace dos años a levantar el primer catastro de patentes de alcoholes. Hasta ahora el trabajo ha cubierto 252 comunas, 73% del total país, en las que se han contabilizado 46.096 permisos.

Hoy existen 18 tipos diferentes de patentes de alcoholes en Chile, de las cuales cuatro tienen restricciones, es decir, debe existir una por cada 600 habitantes, según la cuota que se fijó en la Ley 19.925 de 2004. A este grupo pertenecen los depósitos de bebidas alcohólicas (botillerías); cantinas, bares, pubs y tabernas; expendio de cerveza o sidra junto a otro local como cafetería; y minimercados. En total, este tipo de permisos representan el 47% del universo contabilizado por Senda (ver infografía).

Según este censo, el 68% de las comunas catastradas no cumple con esta norma, que figura en el artículo 7 de la Ley 19.925. Santiago, Concepción y Valparaíso lideran el ranking de las que más superan la cuota establecida en 274, 243, y 231 patentes, respectivamente.

Felipe Leyton, jefe del área de Prevención de Consumo Abusivo de Alcohol del Senda, explica que hasta ahora no existía un censo de este tipo y que ha sido complejo porque la administración de la ley está en manos de los municipios, los que no siempre tienen esta estadística actualizada o disponible.

Leyton explica que la norma de una patente por cada 600 habitantes no es un parámetro sanitario o técnico, sino que fue resultado de la discusión parlamentaria de su momento. Recuerda que originalmente se propuso una por 1.000 habitantes, pero luego se redujo; pese a ello, al momento de la publicación de la ley algunas comunas ya estaban por sobre el parámetro.

"Esto ya venía excedido y lo que se intentó era que con el tiempo fueran caducando las patentes y se llegara a la cuota, me imagino que esa fue la intención del legislador, pero lo que pasó es que la patente tomó un valor comercial importante y por eso es muy difícil que alguien caduque una patente", señala Leyton.

Este catastro es un insumo para la revisión de la Ley 19.225 que realiza hoy el Senda y otras reparticiones del Estado. Esta norma ya tiene 13 años y Leyton señala, por ejemplo, que actualmente una gran parte del expendio de alcohol la hacen los supermercados, cuya patente de alcoholes no es limitada. En segundo lugar el acceso es a través de botillerías.

"Esta es una ley que tiene antigüedad y hoy tenemos mucha más evidencia con respecto a los efectos que tiene la disponibilidad de alcohol en el consumo, en la violencia familiar y la delincuencia", advierte Leyton.

Para el Senda, si se georreferencian los delitos, por ejemplo, coinciden con los lugares de expendio. "En Chile hoy yo salgo de mi oficina y puedo consumir alcohol con facilidad, y eso es lo que uno busca al darle un orden territorial a las botillerías, porque en la medida que sea más fácil el acceso más consumes. Por eso uno va limitando horarios y expendio, porque, y esto lo dicen todas las investigaciones, en la medida que el acceso sea más complejo se consume menos alcohol. Esa es una regla bien estudiada", esta es una de las mejores formas de reducir las externalidades negativas que produce el consumo de alcohol, agrega.

El borrador del proyecto de actualización no está listo todavía, pero en este se podrían incorporar temas como las reducción de las categorías de patentes; el fortalecimiento del rol de las juntas de vecinos, porque hoy su opinión no es vinculante, e incorporar nuevos parámetros de asignación de patentes que tengan un enfoque de salud pública.

Juan Pablo Solís de Ovando, presidente de la Asociación Gremial Chilena de Empresas de Bebidas Espirituosas Pro Consumo Responsable (Aprocor), que reúne al 97% de las empresas productoras, distribuidoras e importadoras de licores, señala que en el gremio son partidarios de la educación más que de las restricciones o prohibición del consumo.

"El mejor ejemplo son los años 30 en EE.UU. Nunca se tomó tanto y tan malo como durante la Ley Seca en EE.UU. La focalización acá debe estar dada en la educación de bebidas con alcohol más que en la restricción. Nosotros no creemos en las prohibiciones", señala Solís de Ovando, quien enfatiza que de lo que sí son partidarios es de aumentar las penas a quienes venden a menores de edad.

Rodrigo Barrientos Nunes, abogado de la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM), señala que muchas comunas ya venían con más patentes de las que permitió la Ley de 2004, por lo que es erróneo pensar que los municipios están dando patentes sin ningún control. Además, explica que estas no pueden ser eliminadas tan fácilmente. "No puede hacerlo, porque la ley sería inconstitucional porque es un derecho de propiedad ya adquirido. La ley no la puede quitar porque sería expropiatoria", plantea Barrientos, quien recuerda que en su origen la ley estableció que no se podían transferir, restricción que se revirtió ante la justicia.

La Intendencia de la Región Metropolitana explica que el año pasado pidieron a los municipios informar el número de patentes otorgadas en cada período de renovación de patentes, y explican que efectivamente no es fácil dar de baja un permiso. "Los municipios fiscalizan y pueden ir decretando la caducidad de las patentes; sin embargo, como se trata de derechos adquiridos, no pueden eliminarse arbitrariamente. Eso explica en muchos casos que las comunas estén excedidas", señalan.

Hoy desde el Senda trabajan en conjunto con los municipios para seguir levantando el catastro y revisar las ordenanzas municipales para el control territorial del alcohol. "Hemos encontrado una positiva acogida por parte de ellos. La idea es que tanto el consumo de alcohol como el expendio se den de forma responsable", dice Leyton.