1. UNA NOCHE LARGA

Si la historia reciente es indicador de algo, es de que las elecciones estadounidenses no se resolverán temprano, al menos no para los chilenos que las quieran seguir. En los últimos dos comicios, las cadenas proclamaron oficialmente al ganador –en ambos casos Barack Obama- a eso de las 1 de la mañana de nuestro país, pese a que la ventaja sobre John McCain y luego Mitt Romney era bastante clara.

2. LOS ESTADOS QUE PUEDEN DAR LA ALERTA

Hay dos estados que pueden dar una alerta temprana de cómo viene el resultado: Florida y Carolina del Norte. Ambos cierran sus votaciones a las 9 de la noche de Chile, y hay consenso entre los analistas de que, en caso de que ambos los gane Hillary, tendrá la carrera prácticamente ganada, y que, si triunfa Trump, la elección tendrá un final mucho más cerrado del que se anticipa. Si el magnate se impone allí, la atención se irá, en secuencia, hacia los estados del Medio Oeste –Michigan, Ohio y Pennsylvania-, y luego a Colorado y Nevada, que tienen horarios de cierre más tardíos.

3. NO DIGA VOTOS, DIGA ELECTORES

Uno de los temas llamativos de las elecciones estadounidenses es que importa poco quién gana en el voto popular: la manera en que se elige al presidente, en la práctica, es de 50 elecciones independientes, una por cada estado, y donde quien gana en cada lugar se lleva todos los electores asignados por una fórmula en que predomina la cantidad de habitantes. Le pasó al demócrata Al Gore en 2000, quien se impuso a George W. Bush y sacó la mayoría de los sufragios, pero perdió en electores y vio cómo su rival se quedaba, de acuerdo a las reglas, con la Casa Blanca.

4. VOTO LATINO

Es la apuesta que han hecho los grandes medios estadounidenses: los datos que se manejan apuntan a que la participación electoral de los latinos alcanzará un récord, y que esto impulsaría a Hillary Clinton para vencer a Donald Trump. Para comprobar esta tesis, habrá que mirar el desglose de los resultados en estados como Florida, Nevada, Colorado y Arizona: el peor escenario para los republicanos sería perder todos esos lugares debido al voto latino, ya que es el grupo demográfico que más crece de cara a las siguientes elecciones.

5. NUEVA YORK EN LA MIRA

Como pocas veces en la historia moderna estadounidense, los dos candidatos esperarán el resultado en Manhattan. La atención estará en los tradicionales discursos luego de que las cadenas adelanten sus pronósticos y proyecten al ganador, sobre todo por el morbo que existe de ver si Donald Trump cumplirá sus amenazas y se negará a reconocer un eventual triunfo de Hillary Clinton si sospecha de un fraude.

6. EL CONGRESO EN JUEGO

Tan importante como la carrera presidencial es la disputa por la mayoría en el Senado y la Cámara de Representantes. En el primer caso, se espera una lucha cabeza a cabeza entre demócratas y republicanos, e incluso se prevé un empate a 50 escaños que favorecería a quien se quede con la Casa Blanca, ya que en ese caso quien resuelve la igualdad es el vicepresidente. En la Cámara Baja estadounidense, en tanto, el pronóstico apunta a que los republicanos perderán escaños, pero retendrán la mayoría, algo que podría complicar a un eventual gobierno de Hillary Clinton.

7. LAS OTRAS VOTACIONES

Varios estados hoy también tienen propuestas que se votan por parte de sus ciudadanos. Por ejemplo, habrá lugares donde se deberá resolver si se legaliza el consumo de marihuana, una fórmula que ya tienen estados como Oregon y Colorado. En el resto de los lugares, los temas van desde aspectos como la forma en que se invertirán los presupuestos locales hasta peticiones para financiar estadios de fútbol americano, como en San Diego.