7 cosas que quizá no sabías de Albert Einstein, el hombre que predijo la existencia de ondas gravitacionales
El físico, famoso por aportaciones científicas como su Teoría General de la Relatividad, rechazó la posibilidad de ser presidente y no era bien visto por sus maestros de escuela.
La detección de ondas gravitacionales, anunciada el jueves, confirma una predicción de la Teoría General de la Relatividad de Albert Einstein.
Este reconocido científico hizo grandes aportaciones a la Física, al punto que su apellido es usado coloquialmente como una forma de decir que alguien es un genio.
Pese a ello, hay muchas más cosas que saber sobre este hombre que dejó su huella en la historia de la ciencia.
Tocaba violín.
Einstein empezó a aprender a tocar este instrumento cuando era joven y siguió tocándolo hasta que por su avanzada edad ya no podía mover la mano izquierda de la forma tan rápida y precisa como se requiere.
Tocó en conciertos de beneficencia y usó la música como forma de relajación durante toda su vida. Era fanático de las obras de Mozart y Bach.
Sus profesores decían que nunca lograría nada en la vida
Einstein y su familia le dijeron a la prensa que él fue comparativamente lento para aprender a caminar y a hablar.
Su hermana Maja, al escribir sobre su hermano famoso, dijo que cuando él era pequeño en Alemania la gente de su entorno se preocupaba por la posibilidad de que nunca llegara a hablar.
En la escuela no disfrutó estudiando las materias de humanidades. Luchó con la escritura y existe una extendida suposición de que sufría dislexia, en una época previa en la que no se hacían estudios de rutina para detectarla.
Según su hermana, su profesor de griego una vez le regañó y le dijo que, a juzgar por la calidad del trabajo que Einstein había entregado, nunca llegaría a nada en la vida.
Fracasó en el examen de ingreso a la universidad.
Fue en un trabajo como dependiente que encontró tiempo para desarrollar sus ideas. Luego, publicó artículos científicos, entró en la vida académica e hizo grandes descubrimientos en Física, incluyendo el desarrollo de la Teoría General de la Relatividad.
Obtuvo el premio Nobel en 1921.
Tenía un cerebro inusual
Tras la muerte de Einstein, su cerebro fue medido y pesado por los científicos. Muestras de este fueron enviadas alrededor del mundo.
Los estudios revelaron que sus neuronas estaban más firmemente compactadas de lo habitual, lo que podría haberle permitido procesar información de forma más veloz que otras personas. La parte del cerebro responsable del reconocimiento espacial y del pensamiento matemático parecía ser más grande de lo normal.
Algunas personas dicen que esto son especulaciones y que, en todo caso, resulta difícil probar el vínculo entre su cerebro físico y su genio. El tamaño del cerebro varía de persona a persona.
Un patólogo llamado Thomas Harvey guardó el cerebro de Einstein durante cuatro décadas. En un documental de la BBC emitido en 1994, aparece Harvey cortando un trozo del cerebro para dárselo a un visitante.
Era un refugiado
Cuando los nazis llegaron al poder en Alemania, Einstein ya era famoso. Todo el mundo sabía que era judío y se le hizo cada vez más difícil trabajar debido al aumento del antisemitismo en Europa.
A inicios de la década de 1930, Einstein aceptó una oferta de trabajo en Estados Unidos. Poco después, el Tercer Reich lo acusó de traición y sus libros fueron quemados en la hoguera durante una ceremonia organizada por estudiantes nazis.
Einstein ayudó a otros judíos a escapar de Alemania pero tenía sentimientos encontrados por haberse marchado del país.
"Estoy casi avergonzado de vivir en esta paz mientras todos los demás luchan y sufren", escribió en una carta.
Declinó la oportunidad de ser el segundo presidente de Israel
En 1952, el embajador de Israel en Estados Unidos le escribió a Einstein en nombre del primer ministro David Ben Gurión preguntándole si él estaría dispuesto a asumir el rol de presidente del Estado.
La carta le garantizaba que recibiría "absoluta libertad para proseguir con su gran trabajo científico".
Einstein respondió que estaba "profundamente conmovido", pero que no era la persona adecuada para el cargo debido a su avanzada edad y a su personalidad.
"Toda mi vida he lidiado con cuestiones objetivas, por tanto carezco de las aptitudes naturales y de la experiencia para tratar de forma apropiada con las personas y para el ejercicio de funciones oficiales", escribió en su carta para rechazar el cargo.
"Soy el más afligido por estas circunstancias, debido a que mi relación con el pueblo judío se ha convertido en mi más fuerte vínculo humano, desde que estoy plenamente consciente de nuestra situación precaria entre las naciones del mundo".
Las cosas que dijo y las que no dijo
Hay un dicho que afirma que si no puedes explicar algo de forma simple, es porque no lo has entendido suficientemente bien. La frase es atribuida con frecuencia a Einstein, pese a que no hay evidencia de que sea suya.
De hecho, a Einstein se le atribuyen muchas frases que no le pertenecen.
Lo que él sí dijo fue: "La imaginación es más importante que el conocimiento. Porque el conocimiento es limitado, mientras que la imaginación abarca todo el mundo, estimulando el progreso y dando a luz la evolución".
Esa frase apareció impresa en una entrevista que le hicieron en un periódico en 1929.
En la década de 1950, pocos años antes de morir, Einstein se quejó de que la gente le citaba demasiado.
"En el pasado nunca me pasaba que cada frase casual mía fuera captada y grabada. De otra manera, me habría deslizado más dentro de mi caparazón", dijo.
Su foto más famosa fue tomada cuando estaba cansado de sonreír
Ser famoso toda su vida a veces se hacía agotador para Einstein. Cuando cumplió 71 años, estaba tan cansado de posar para los fotógrafos que se quedó con la lengua afuera.
La imagen se volvió icónica y Einstein mismo la mandó a imprimir para enviársela a sus amigos.
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