Ochenta miembros de la Policía Nacional de Honduras, entre agentes y oficiales, serán destituidos en los próximos días por el supuesto delito de narcotráfico y por presuntos nexos con el crimen organizado, informó hoy una fuente oficial.

"Van a ser separados porque algunos tienen algún indicio muy fuerte de delitos con el narcotráfico y otros con el crimen organizado", explicó a periodistas el director nacional de Servicios Especial de Investigación Preventivos, de la Secretaría de Seguridad, Danilo Orellana.

El funcionario dijo que los policías serán expulsados en las próximas dos semanas, sin precisar detalles sobre los cargos que ostentan los policías y oficiales que serán retirados de la institución. "Se está a la espera de los resultados de la investigación", agregó.

En noviembre de 2011 fueron destituidos unos 28 policías y 12 oficiales, como parte de la depuración que se ha iniciado en la Policía Nacional por su participación en crímenes y otros delitos, incluidas violaciones a los derechos humanos. Otros 52 miembros de la policía, entre agentes y oficiales, fueron expulsados el pasado 6 de enero, "por faltas graves".

Diversos sectores del país, entre ellos la rectora de la Universidad Nacional Autónoma, Julieta Castellanos, madre de uno de dos jóvenes universitarios asesinados el 22 de octubre de 2011 en Tegucigalpa, han exigido la depuración de la Policía Nacional.

Los dos estudiantes fueron asesinados tras una persecución policial, alegando los representantes de la autoridad que no acataron una orden de detenerse en un retén.

El crimen provocó el rechazo contra la Policía Nacional, que desde hace años se ha visto involucrada en la muerte de personas, robo, secuestros, narcotráfico y otros delitos.

Castellanos dijo hoy, en una reunión del Consejo de Ministros, encabezada por el p
Presidente hondureño, Porfirio Lobo, en la central ciudad de Comayagua, que la depuración de la Policía "no es un capricho sino una necesidad justificada".