Hasta 2020 los habitantes de Copiapó tienen garantizado el abastecimiento de agua potable.

Este es el complejo escenario que enfrenta la capital de la región de Atacama producto de la permanente sequía que enfrenta la zona, el sobreconsumo de los acuíferos y la falta de lluvia que alcanzó apenas los 4,5 milímetros al año.

Desde la Empresa Concesionaria de Servicios Sanitarios (Econssa), administradora del agua potable en la región, calificaron el estado de la cuenca como "complejo", ya que se extraen 18 mil litros por segundo y la recarga es de solo 5 mil litros por segundo, consignó El Mercurio.

Esto último provocará un impacto en Copiapó, Chañaral y Caldera lo que afecta a afectaría a más de 64 mil viviendas.

Miguel Vargas, intendente de la región, anunció medidas a corto y largo plazo, entre las que se cuentan gestiones para conseguir agua con las empresas mineras que tienen derechos. Además se contemplará la búsqueda de nuevos pozos por parte de Aguas Chañar.